El que le roba a un ladrón tiene cien años de perdón dice el refrán. Un abuelo se lo tomó al pie de la letra y ante verse víctima de un intento de estafa tomó una decisión rápida que terminó por estafar a los estafadores. 

Bajo una de las modalidades más habituales de estafa, un hombre recibió un mensaje de quien simulaba ser su nieto pidiendo una transferencia de dinero. Se dio cuenta de que se trataba de una estafa y le dijo que no tenía crédito para hacerla, pero que si le cargaba podría conectarse a internet para enviar a través de mercado pago. El estafador envío el dinero y terminó estafado. “Final feliz”, escribió en redes el joven que compartió la anécdota.

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X de Chaza

El segundo caso es un poco más grave. Isabella, una joven de Buenos Aires,  hizo un encargo de comida y realizó la correspondiente transferencia. Al ver que su pedido no llegaba quiso reclamar a la vendedora pero esta ya la había bloqueado. Sin embargo, la joven no se quedó de brazos cruzados. Los datos que tenía de la estafadora eran suficientes para suscribirla a todo tipo de servicios: prepagas, cursos de inglés, grupos religiosos, seguros y hasta la modificación del plan de su celular.

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X de Isabella 9/11 ✈️

Hoy siento que la que me estafo con el delivery y yo aprendimos grandes lecciones. Yo aprendí a no mandar la plata por adelantado y ella va aprender porque es peligroso mandarle tus datos a alguien que vas a estafar”, escribió en la red social X junto a una serie de capturas de la pantallas de a todo lo que la había suscripto.

Estafadores estafados y viralizados en redes sociales.