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La nueva versión del "Baby Trump", el globo gigante que se burla del presidente de EEUU y otro robot enorme que también lo parodia, comenzaron este martes a circular por Londres como parte de las protestas previstas contra la visita de Estado del mandatario republicano.

Un equipo de activistas terminó de inflar esta mañana el enorme e irreverente artefacto en la Plaza del Parlamento, una hora antes del inicio oficial de la manifestación organizada por el grupo Juntos Contra Trump en otro enclave céntrico, la Plaza de Trafalgar.

Hacia esa hora comenzaron a concentrarse los primeros manifestantes, que esperan marchar como protesta desde Trafalgar hasta la zona del Parlamento, cerca de la residencia oficial de Downing Street, donde se reunirán hoy Trump y la primera ministra británica, Theresa May, que dimite este viernes.

En la Plaza del Parlamento se podía ver desde primera hora a un grupo de organizadores ataviados con mamelucos y gorros rojos en los que se leía "los cuidadores de Trump" (Trump babysitters), que establecieron un cordón de seguridad mientras inflaban el globo anaranjado.

También circula por Londres un robot gigante que parodia al gobernante, mientras tuitea sentado al tiempo que prorrumpe exabruptos como "fake news!!" (noticias falsas) o "I'm a very stable genius" (Soy un genio muy equilibrado), con un audio que emite su voz. Pero además, de ese robot, fabricado en China y que se pasea por la plaza de Trafalgar, salen también sonidos que simulan gases.

También fue cortado el tráfico vehicular en las rutas aledañas a la zona del Parlamento y agentes de policía vigilan la zona por la que se mueven los activistas.

Se espera que el líder del principal partido opositor, el laborista Jeremy Corbyn, se dirija más tarde a los manifestantes "para mostrar solidaridad con aquellos a los que Trump ha atacado en Estados Unidos, por todo el mundo y en este país", según adelantó el político izquierdista.

En previsión de la reunión que el presidente mantendrá con May, Scotland Yard desplegó un inmenso operativo policial y de seguridad y vetó la entrada a manifestantes a la parte exterior de Downing Street, que es la oficina y residencia oficial de la primera ministra.

Los organizadores denominaron el evento de hoy como "un carnaval de resistencia".