Los tiempos están cambiando en cuanto a los roles y mandatos de género y de eso no hay dudas. En un contexto de demanda constante de igualdad y donde cada vez hay más lugar para las expresiones de la diversidad, algo que parece estar quedando a destiempo es la ropa "para hombre y para mujer". Es así que la tendencia de la ropa sin género, también conocida como unisex, multisex o a-sex va ganando terreno en el mundo de la moda.

No se trata de subvertir lo preestablecido por los modelos y elegir ropa tradicionalmente confeccionada para un varón siendo mujer o viceversa, sino con generar prendas que sean igualmente aptas para ambos géneros, e ideales para aquellas personas que no se identifican con ninguna de las puntas del binario.

La tendencia no es reciente. Desde hace varios años, varios diseñadores en el mundo, como el japonés Yohji Yamamoto o el británico Rick Owens, comenzaron a borrar la frontera del género en sus prendas. Si bien los diseños son tan diversos como en cualquier otro ámbito, el propósito es uno sólo: generar inclusión, escapar a los estereotipos y abrirse a aquellas personas que no quieren vestirse limitándose al universo masculino o femenino.

Lo que sí es novedad es la visibilidad que la tendencia está ganando en en vidrieras y pasarelas.
Marcas de reconocimiento internacional como Abercrombie, Zara y H&M sacaron colecciones sin género. Aunque algunos reconocen el avance, muchos desconfían y señalan que es una movida sin sustento que sólo busca ser políticamente correcta.

Noel Falken es creadora de ColecciónZero.com, una tienda online e internacional de ropa con base en Argentina, que ofrece una línea de prendas sin género. La joven empresaria y diseñadora aseguró que "si bien en el mundo es notorio que la moda sin género es una tendencia creciente, no hay una respuesta acorde parte de las corporaciones".

En su plataforma, la sección "sin género" ocupa el mismo espacio en el menú de navegación que las categorías hombre y mujer porque "hay muchos usuarios que no se sienten identificados con ninguna de estas dos clasificaciones". 

"Las nuevas generaciones se sienten cada vez menos identificadas con ese tipo de clasificación y la moda sin género va a seguir ganando terreno hasta quedarse definitivamente. Ahora, ¿cómo será? Seguramente continúe cambiando y evolucionando conforme vaya mutando el sistema de la moda", conceptualizó.



Sin dudas ya existe un mercado de personas que buscan este tipo de ropa. Incluso, hay aplicaciones para el celular (RIGit) que se ocupan de localizar tiendas cercanas donde conseguirlas: sin demanda concreta, no sería necesaria una función como esa.

En Argentina hay varios diseñadores de autor que contemplan esta propuesta hace varias temporadas: Vanesa Krongold, Santamadre, y Kostume son algunos de los innovadores. La línea de remereas feministas Pauer también sigue este lineamiento, dado que sus modelos son todos corte recto y y tienen talles hasta el XXL, haciéndolas aptas para casi todo tipo de cuerpo.

Otra diseñadora argentina, Mía Soifer, se animó a la tendencia y este verano lanzó su primera colección sin género. "No me va el universo hombre o mujer", sostuvo la joven que aseguró preferir apostar "a lo abarcativo". "Es un lenguaje de la moda inclusivo. Siempre va a haber alguien que no se sienta identificado con determinadas prendas. Y es por eso que hay que ser abarcativo", reflexionó Soifer, de apenas 25 años de edad.

Florencia Burgos, creadora de SantaMadre, una marca radicada en la ciudad de Bahía Blanca, es otro ejemplo a destacar.  "Casi toda nuestra colección apunta a lo unisex. Tenemos tres talles, cortados y pensados para que se adapten a los cuerpos de hombres y mujeres", contó la diseñadora.

(Telam)