Nació Lilibeth Diana, la hija del Príncipe Harry y Meghan Markle
La pequeña nació el 4 de junio pero la noticia fue anunciada este domingo por los duques de Sussex. Lleva como primer nombre el apodo de su bisabuela Isabel II y como segundo, el nombre de su abuela, la Princesa de Gales
El príncipe Harry y Meghan Markle anunciaron este domingo el nacimiento de Lilibet Diana el pasado viernes en California, la segunda de sus hijos.
"Lili se llama así en honor a su bisabuela, Su Majestad la Reina, cuyo apodo familiar es Lilibet. Su segundo nombre, Diana, se eligió en honor a su querida y difunta abuela, la Princesa de Gales", señala el comunicado difundido.
De esta manera, Lilibet se sumará a la familia quien en mayo de 2019 tuvo a Archie Harrison Mountbatten-Windsor, su primogénito.
"Lili nació el viernes 4 de junio a las 11:40 a.m. en el cuidado de confianza de los médicos y el personal del Santa Barbara Cottage Hospital en Santa Barbara, California. Pesó 7 libras 11 oz (casi 3,5 kilogramos). Tanto la madre como la bebé están sanos y bien, y se están instalando en casa", detalló el escrito.
La pequeña, segunda hija de la pareja y octava en la línea sucesoria del trono británico, ya está en su casa.
Poco después del anuncio, un portavoz del Palacio de Buckingham dijo que la reina Isabel y la familia real habían sido informados y estaban "encantados con el nacimiento de la hija del Duque y la Duquesa de Sussex".
El primer ministro británico Boris Johnson también hizo llegar sus felicitaciones, consignó la agencia AFP.
Lilibet nació en medio de la polémica dentro de la familia real, luego de que Harry y Meghan decidieran mudarse a los Estados Unidos y tras la entrevista televisiva en la que acusaron de actitudes racistas a la corona británica.
La entrevista de dos horas fue vista por más de 11 millones de estadounidenses y 17 millones en Reino Unido y en ella Harry y Meghan dijeron que el racismo fue parte de su decisión de abandonar el país.
La pareja dijo que un alto funcionario de la realeza especuló sobre lo oscura que podría ser la piel de sus hijos, ya que la madre de Meghan es negra y su padre es blanco.
Meghan, una exactriz, dijo, que estaba "ingenuamente" preparada para la vida en la familia real y que consideró suicidarse cuando estaba embarazada de su primer hijo, Archie.
Harry, de 36 años, y Meghan, de 39, acusaron a los periódicos de caer en estereotipos raciales; especialmente en comparación con la cobertura de Kate, cuñada de Enrique, que es blanca.
El príncipe Harry parece haber tenido una buena relación con sus abuelos.
A comienzos de año dijo en una entrevista que desde su salida de Reino Unido, se comunicó por videollamada con la reina Isabel y el príncipe Felipe para que conociera a su primogénito Archie.
Habló varias veces con su padre, el príncipe Carlos, desde la entrevista con Oprah Winfrey y especialmente tras el funeral del príncipe Felipe, según medios británicos.
En una nueva serie documental lanzada el mes pasado, Harry volvió a enfatizar que su familia fue indiferente ante los problemas de su esposa e indicó que "jamás será intimidado en silencio".
El anuncio del nacimiento de la segunda hija suaviza el cierre de un período publico doloroso para el matrimonio.
"Ella es mucho más de lo que jamás habíamos imaginado y agradecemos el amor y las plegarias que sentimos llegar desde todo el mundo", dijeron Harry y Meghan.
"Gracias por su permanente amabilidad y apoyo durante este momento muy especial para nuestra familia", añadieron.