Rosario, como el país, festejó con el alma el campeonato mundial
Desde el penal consagratorio en Qatar, multitudes salieron en masa a la calle, una caravana albiceleste e interminable desde todos los barrios inundó el Monumento a la Bandera.
Toda la ciudad de Rosario es una fiesta interminable que celebra con el alma y las ganas de desahogo la consagración de la Selección argentina como campeona en el Mundial de fútbol, en Qatar.
Desde que Gonzalo Montiel convirtió el penal decisivo que ungió a la Scaloneta como campeona frente a Francia, una multitud comenzó a avanzar con sumo fervor y embanderada hacia el Parque Nacional a la Bandera.
La algarabía popular, la emoción, une a toda la población, embanderada solo en celeste y blanco. Como ejemplo sobra uno: pudo verse en el desfile por Pellegrini un Vokswagen Vento de color blanco pero cuyo dueño le agregó en pintura las bandas celestes de la bandera.
Todo el júbilo popular desborda las calles adyacentes al Monumento, la explanada y los alrededores. Se recomienda evitar el centro para no quedar en medio del embotellamiento general que significa el tránsito.
Las imágenes.