A partir del fósil de murciélago más antiguo del que se tenga registro, un animal que vivió hace 52 millones de años, un científico de CONICET reveló cómo comenzaron a volar estos animales. La investigación abre la puerta al desarrollo de drones más sofisticados.

Los drones actuales aun no logran emular los sofisticados sistemas biomecánicos que tienen desarrollados los animales para volar, como aves y murciélagos. El origen de las increíbles características aerodinámicas de los organismos vivos de la naturaleza todavía es un misterio que si se develara podría significar un gran avance para la creación de máquinas. 

“Los drones, como los pequeños aparatos que están en Marte, son muy toscos todavía. Hay un interés tan grande desde el campo militar, de la ingeniería y de un sinfín de aplicaciones prácticas más, por entender el vuelo de los animales, para fabricar máquinas que se les parezcan y poder explorar las ventajas prácticas y habilidades con las que cuentan los animales para moverse en el aire”, explicó Norberto Giannini, científico del CONICET. 

El murciélago más antiguo del que se tiene registro habitó en el Eoceno temprano. Los fósiles se hallaron en 2008 y están conservados en Canadá y Nueva York. (Imagen: Prensa CONICET)

El investigador acaba de publicar un estudio en la prestigiosa revista internacional Communications Biology, en el que develó cómo fue que comenzaron a volar los murciélagos en la era primitiva, una incógnita que permanecía sin respuesta y que podría abrir la puerta para desarrollos y máquinas mucho más sofisticadas en el campo de la ingeniería aeronáutica.

Los murciélagos son los únicos mamíferos voladores y uno de los tres ejemplos que ofrece la naturaleza de evolución del vuelo propulsado. Esto los convierte un modelo de estudio perfecto. “Los murciélagos actuales tienen un vuelo muy sofisticado, porque su aparato alar está muy evolucionado y tienen muchísimos detalles de funcionamiento. Nosotros buscamos el murciélago fósil más antiguo que se descubrió, para ver cómo fue que se inició en el vuelo. Cómo fue que hizo esa primera transición del planeo al vuelo”, explicó Giannini.

En 1859, Charles Darwin ya había postulado teóricamente, en su libro El origen de las especies, que los murciélagos habían pasado de planear a volar en el aire. Hoy se sabe que esto pudo haber sido posible gracias a mutaciones de la mano que la convirtieron en palmeada y alargada y se integró en un bauplan (plan corporal) planeador preexistente. El equipo de Giannini logró por primera vez comprobar esa teoría. 

Este logro fue gracias a tener un modelo computacional lo suficientemente apto para simular el vuelo de los murciélagos primitivos, contar con el fósil de murciélago más antiguo del que se tenga registro y, por último, emular la atmósfera de esa época que era mucho más densa que la actual.

El investigador apunta ahora al paso siguiente: “Lo que ahora queremos es poner a prueba estos resultados con una versión robótica real, no de modelo computacional. Queremos comprobar en la realidad física esto que vimos teóricamente”, concluye el científico.