La televisión no es una competencia para Netflix
Están cambiando las formas en que las personas ven los contenidos, como por ejemplo por demanda o a través del celular. El análisis de expertos
En el marco de la disertación "El futuro de Internet, Marketing y Posicionamiento", celebrada en San Luis, el cofundador de Netflix, Marc Randolph, se refirió a la televisión tal y como la conocemos.
La televisión “no representa una competencia para las firmas de streaming” aseguró. Y explicó que esto se debe a que en el rubro todos se están “poniendo al día en la innovación”, y además están cambiando las “formas en que las personas ven los contenidos”, como por ejemplo por demanda o a través del celular, analizó el referente tecnológico.
Randolph afirmó también que “el idioma que todos deberían aprender es la programación, en el sentido de entender que es eso lo que está cambiando al mundo".
El referente tecnológico, quien se desvinculó de Netflix en 2004 y se desempeña como asesor de compañías emprendedoras, expresó que una de las cosas que más disfruta de sus viajes es ver “cómo las diferentes culturas afrontan los riesgos” del emprendedurismo y la innovación, y que en Argentina encontró “un gran espíritu por hacer cosas”.
"La gente no quiere contarle sus ideas a otras personas porque les aterra que se la roben, pero la verdad es que todos nos beneficiamos más de compartir que de mantener las ideas en secreto e Internet se trata de esto”, señaló.
Los comienzos
Además, Randolph repasó sus comienzos por la compañía de streaming que lanzó junto a Reed Hastings el 14 de abril de 1997 y que hoy cuenta con más de “60 millones de abonados” en todo el mundo.
En el encuentro organizado por la Universidad de la Punta junto con la Fundación de Investigación Social Argentina Latinoamericana (Fisal), brindó una serie de consejos sobre como comenzar con una startup, nombre con el que se conoce en el mundo tecnológico a las pequeñas empresas emergentes.
Una de las claves para iniciar, expresó, es saber que “cualquiera puede hacerlo”: no se necesita tener “ningún título académico en especial”. Además, se puede realizar “en cualquier lugar”, siempre que el emprendedor disponga de tres cosas: “la tolerancia al riesgo, una idea, y confianza en uno mismo”. Las ideas no deben ser necesariamente algo “original o auténtico”, sino que los emprendedores deben aprender a buscarlas “en el dolor, en lo que funciona mal, en donde hay problemas en el mundo” para brindar una solución o mejora, manifestó.
Randolph contó que, desde su experiencia, pudo descubrir que la clave es tener “muchísimas ideas malas y poseer un sistema para probarlas rápido”, y que es eso lo que se hace en Silicon Valey, un área en California, Estados Unidos, donde se concentran muchas de las mayores corporaciones de tecnología del mundo y también pequeñas empresas en formación, entre las cuales ya hay varias argentinas.