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El ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, ya tiene listo el protocolo con los requisitos mínimos para que todos los establecimientos educativos del país, a excepción del Área Metropolitana de Buenos Aires y Chacho, puedan volver a las clases presenciales.

Entre las nueva condiciones para retornar a las aulas se destacan la utilización obligatoria de tapabocas caseros (desde primer grado en adelante), el distanciamiento de 2 metros entre los alumnos, el uso de aulas “burbuja” y la reducción de la jornada horaria, entre otras medidas.

Aquellas escuelas que no dispongan de servicio de agua potable o no tengan las condiciones mínimas sanitarias, no podrán volver y se buscarán alternativas como la asistencia de un camión cisterna. 

En tanto, los recreos van a ser escalonados, siempre un grupo por vez. Y las puertas de los baños deberán quedar siempre abiertas.

El nuevo protocolo fue presentado por el ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, y el biólogo Diego Golombek, funcionario que está a cargo del “Consejo Asesor para el regreso presencial a las aulas”.

También, el documento contiene recomendaciones para que las disposiciones puedan llevarse a cabo. Una de ellas es que los colegios armen “aulas burbujas”, salones que no tengan la disposición tradicional (todos mirando al docente) sino grupos de 2, 4 o 6 estudiantes aislados entre sí y siempre los mismos. El objetivo es que si hay un caso sospechoso pueda establecerse rápido los contactos más estrechos.

"Lo de las burbujas es un ejemplo. Lo importante es buscar las alternativas para mantener el distanciamiento y saber quién está con quién", precisó Golombek, en diálogo con Clarín.

Las clases volverían en agosto en muchas provincias argentinas, incluida Santa Fe, pero se estima que no será posible en el AMBA y en Resistencia (Chaco) por la situación epidemiológica.