La cepa Delta avanza pese al buen acatamiento de los viajeros para aislarse
El brote se dio la semana pasada en la provincia de Córdoba. En Santa Fe temen por su llegada, más allá del esfuerzo por controlar y aislar a quienes llegan del exterior por parte de las autoridades.
La llegada inminente de la variante Delta a la provincia de Córdoba encendió todos los semáforos epidemiológicos en Santa Fe. De característica más contagiosa a sus antecesoras, Delta suele ser muy veloz e inmiscuirse rápidamente y poner en riego la campaña de vacunación. En Rosario se dieron a conocer esta semana tres casos de infección con esta mutación del covid, que fueron aislados, por lo cual no sería raro que en las próximas semanas aparezcan nuevos casos.
Julieta de San Félix, secretaria de Cooperación Internacional e Integración de la provincia quien supervisa los controles de los santafesinos que regresan al país y deben aislarse, sostuvo al aire de Si 989, que estas personas, desde su irresponsabilidad, ponen en riesgo a toda la sociedad y que si se les encuentra en infracción le cabe una denuncia penal. En principio, precisó se le labra un acta y se lo denuncia ante la Justicia Federal por quebrantar una normativa nacional. Es un delito que prevé penas de 6 meses a dos años de prisión.
En ese sentido, contrario a otras provincias, admitió que el acatamiento de los viajeros santafesinos es alto y que fueron casos aislados, que no llegan al 7 %, quienes no cumplieron el aislamiento. Asimismo, celebró que en Santa Fe no hizo falta el uso de hoteles para llevar adelante las cuarentenas, como sí ocurrió en Capital Federal y la provincia de Buenos Aires.
La funcionara contó que hasta hoy en la provincia de Santa Fe se encuentran aisladas, aproximadamente, 450 personas, provenientes de diversos destinos. En este momento, las fronteras se encuentran controladas, por lo cual el flujo de pasajeros es escaso, pero aseguró que “se irá normalizando” a medida que la situación vaya mejorando.
No obstante y más allá del trabajo que lleva adelante la Secretaría de Cooperación Internacional e Integración, que conduce San Félix, la ministra de Salud Sonia Martorano siente cierta preocupación por la cercanía con Córdoba, donde el número de casos de variante Delta es alto, donde muchos santafesinos eligen vacacionar o hacer negocios. Por lo cual admitió que no "sería extraño que pueda notarse una variante en alza en las próximas semanas".
A la vez la funcionaria deslizó que “esperaba que Delta llegara un poco más tarde, a fines de agosto”. Ante todo dijo que “se están cumpliendo estrictamente” los controles de quienes llegan del exterior y el período de aislamiento de estas personas “mejoró mucho y es el correcto”, en comparación con el mes pasado, donde casi un 45% no cumplía con las restricciones.
En tanto el viernes, los casos de infectados en la provincia de Córdoba habían subido a 17 y los aislados a más de 600. Debido a la peligrosidad de transmisión de esta cepa y la negligencia demostrada por el viajero, Andrés Godoy, a cargo de la Unidad Fiscal de Emergencia Sanitaria (UFES), imputó y ordenó la detención del ciudadano proveniente de Perú, y cuatro personas ligadas a él que no respetaron la cuarentena.
Los detenidos fueron alojados en un hotel internacional destinado al tratamiento de pacientes con Covid. Ayer, pese a los controles lanzados el jueves, la cifra llegaba a 20 infectados con la cepa Delta, y los aislados ya sumaban 800.
Por esta situación, la ministra Martorano adujo que se prenderá la luz roja si esta variante llega a Santa Fe, gana predominancia y se llega nuevamente a 2.000 casos diarios, en un sistema de salud exhausto, con profesionales raleados por los efectos de una segunda ola que se llevó miles de vidas en pocos meses.
Para Martorano, entonces es crucial seguir con los cuidados, por las flexibilizaciones que se lograron recientemente, para que puedan permanecer en el tiempo. Por eso su insistencia con el uso de barbijo y de mantener en distanciamiento social como una práctica habitual.