Enfermera del Heca denunció a un médico por golpearla
El cirujano pretendió apurarla durante una emergencia con insultos, empujones y golpes con la camilla en la que yacía una paciente. La denuncia está en Fiscalía pero no fue abordada como violencia de género. La denunciante afirma que el maltrato a empleadas no es la excepción. Ella de licencia, él continúa en servicio, aunque con restricción perimetral hacia su denunciante.
Una enfermera del Hospital de Emergencias Clemente Álvarez denunció a un médico cirujano por violencia laboral explícita. La agresión ocurrió hace más de un mes y –asegura la denunciante– el agresor continúa en funciones mientras que ella tuvo que tomar licencia y someterse a tratamiento de rehabilitación física y psicológica.
Cristina A. contó que el maltrato para con el personal femenino en el centro médico de Pellegrini al 3200 es una forma frecuente, y que el hecho más elocuente que le tocó sufrir ocurrió el 14 de enero, durante la guardia nocturna. Durante la atención de una emergencia, un médico la golpeó con la camilla en la que estaba una paciente, mientras le prodigaba insultos. Como resultado, la enfermera sufrió inflamación de ligamentos en la rodilla derecha (diagnóstico de bursitis) y un estado de pavor ante la agresión sufrida.
El caso está en la Justicia pero no en Fiscalía de Género. Con colaboración de compañeras enfermeras que atestiguaron la agresión, la mujer denunció el hecho en el destacamento policial del Heca, en el Teléfono Verde y en Fiscalía. El Teléfono Verde elevó la denuncia en el tribunal de ética municipal, ya que el hecho ocurrió en un efector propio del gobierno local.
Desde entonces Cristina cuenta con una licencia por violencia laboral de género, aunque al momento no se acercó ninguna autoridad del efector, y el médico continúa brindando servicio en la guardia de manera normal. Sólo tiene aplicada una restricción perimetral desde la justicia.
El MPA tomó la denuncia judicial pero el caso fue vehiculizado al fiscal de Salidas Alternativas Damián Cimino, como caso de disputa laboral. Nora Giacometto, referente de Ampliando Derechos precisó que se espera que el caso recaiga en la Fiscalía de género, ya que las propias testigos que aportaron “afirman que el maltrato es usual para con las empleadas del Heca y no con los empleados varones”.
Según Giacometto el temor es que el asunto sea cajoneado porque “en Admisiones de la Fiscalía dijeron que no consideran el caso como violencia de género porque tienen entendido que es cuando se trata de pareja o ex pareja, un claro desconocimiento de cómo se aplica la Ley Micaela”, precisó a este medio.
Cristina A. brindó su testimonio a Rosarioplus.com, sobre el hecho, que en el momento la dejó "en estado de shock" porque no reaccionaba, y fueron sus compañeros enfermeros quienes la llevaron a hacerse resonancia y a denunciar en ese momento.
Cristina A. rememoró: “Eran las 23.15 y entró una urgencia de una joven con la mano cortada por una botella. La guardia estaba muy llena, y la joven quedó en la camilla en el pasillo. El señor me empezó a exigir que me apure, que lo estaba poniendo como loco, y me tiró un suero por la cabeza. Le respondí que yo no podía atenderla en el pasillo, que la lleváramos al sector de (pacientes) críticos. Ahí me empezó a pegar empujando la camilla mientras me insultaba, con la chica en la camilla. Le dije que me estaba haciendo mal, pero quedé paralizada y mis compañeras intervinieron. Su jefe se lo llevó al cuarto de médicos y terminamos suturando a la paciente ahí mismo. Yo seguí trabajando esa guardia hasta el final y rengueaba, y me lo seguía cruzando en la guardia al doctor, con miedo a que siga agrediéndome. Mis compañeros dijeron que no podía quedar así, y me llevaron a hacer una placa”.
Con los días advirtió que ella misma había naturalizado el maltrato, “porque era usual, y me sorprendí de no haberme defendido. Entendí que estaba en shock”. Destacó que tras su llamada, las asistentes del Teléfono Verde la asistieron enseguida “y siguen atentas hasta hoy, ellas me dieron la licencia hasta que yo esté bien nuevamente”.
El hecho sucedió hace más de un mes y no había trascendido hasta el momento. Consultada sobre por qué hizo público el hecho ahora, dijo: “Porque mi denuncia quedó en la nada, y porque el maltrato en el hospital sigue ocurriendo, con gente que pide las cosas de mala manera, que abuse de autoridad y nos revolee objetos. Quiero que la institución me valore, siento abandono porque pasó más de un mes y nadie me llamó desde entonces. No tuve respuestas de los jefes médicos, sí me acompañaron mi jefa de enfermeros y todos mis compañeros. Pero siento que está minimizado lo que pasó, que para la institución no fue grave”.
Finalmente aseguró que realiza desde ese momento tratamiento kinesiológico y psicológico para mejorar, y que se encuentra “tomando medicación porque cuesta conciliar el sueño, porque tuve nada verbal ni escrito desde la institución, y pienso que no quisieron dar a conocer el tema porque es un médico”.