Dos guardias y su supervisor fueron acusados luego de que una investigación revelara que los reclusos de una cárcel en Oklahoma estaban obligados a escuchar "Baby Shark" a gran volumen y durante varias horas al día como forma de castigo.

Cualquiera que tenga un hijo pequeño, sobrino o algún nieto en la familia sabe que la repetitiva canción suele volverse una obsesión en los más chicos hasta el punto de poder escucharla hasta el hartazgo y que pase de ser una canción infantil a una verdadera tortura.

Según los tres acusados someter a los presos con las manos atadas escuchando hasta tres horas la canción en bucle formaba parte de una "broma" para "disciplinar" a los reclusos, porque creían que las dinámicas de la cárcel no estaban funcionando como correspondía.

Baby Shark Dance | Sing and Dance! | @Baby Shark Official | PINKFONG Songs for Children


Según las investigaciones la canción le dio "un estrés emocional a los reclusos" y luego de las entrevistas con el personal de la cárcel se conocieron otros incidentes del mismo estilo pero que no se pudieron corroborar con evidencias.

"Baby Shark" fue escrita  por dos docentes que la popularizaron en campamentos infantiles en la década de los 90. Hoy en YouTube, el video de la canción está por llegar a las 7 billones  (si, ¡billones!) de reproducciones.