Festejo patrio con más asado que personas

El festejo por el Día de la Bandera tuvo una variada oferta que se desplegó principalmente en el Parque de la Bandera ya que el Monumento estuvo reservado para los discursos oficiales. Entre el frío del inicio de la jornada, las palabras del presidente, y la agenda de abultada de propuestas por el festejo, a la jornada patria pareció no faltarle nada. 

Desde las 9 se sucedieron los discursos programados en el marco del acto oficial. Primero habló Mónica Fein, la intendenta, luego le cedió el micrófono al gobernador Miguel Lifschitz y finalmente fue el turno del presidente Mauricio Macri. Sin embargo la gente se encontró muy lejos del escenario principal, ubicado en el Monumento a la Bandera, ya que toda avenida Belgrano estaba vallada por pedido de las autoridades nacionales.

Atrás de las vallas había algunos ciudadanos, pocos, manifestando un grupo el apoyo a la máxima autoridad de la Nación, mientras que otros se apostaron con carteles de reclamo y cantaron consignas de oposición a la gestión oficial. 

La feria En Celeste y Blanco tuvo una oferta que incluyó ropa, perfumes, artesanías y comida. La gente se acercó más llegando al mediodía y las ventas fueron escasas durante las primeras horas. Es que hasta las 10 de la mañana el acceso fue difícil ya que no se podía circular sin toparse en algún tramo con una valla que obligaba a desviar.

El concurso de asadores a la estaca mereció un capítulo aparte. Entre el sol que ya asomaba, el fuego de los distintos participantes que desde temprano empezaron a cocinar sus manjares y las copas de vino que circulaban, poco lugar hubo para el frío. A la par de cada costillar que se cocinaba a la estaca había alguna otra especialidad del equipo para acompañar el plato principal. Chorizos a la pomarola, riñoncitos a la mostaza, empanadas y el infaltable locro generaban una mezcla de aromas en la que era muy fácil perderse sin saber muy bien qué elegir primero.