Gastronómicos y municipalidad afinan protocolos para abrir en diez días
Las empresas del rubro gastronómico nucleadas en la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica de Rosario (Aehgar) se ilusionan con poder abrir restaurantes y bares en breve. Después de una reunión con el intendente Pablo Javkin, la posibilidad de que el sector levante las persianas toma fuerza para dentro de diez días, siempre y cuando se logre diseñar un protocolo de lo más estricto hasta el momento.
En eso se encuentra la asociación para poder elevar a las autoridades y luego corregir el mismo si hace falta. Según comentaron fuentes del sector a Rosarioplus, la idea es que poder abrir a partir del 8 de junio, de domingo a jueves de 9 a 24, y los viernes y sábados hasta las 2.
"Es un rubro muy importante. Hay experiencia de una ciudad grande como Mendoza. Si seguimos con una buena evolución sanitaria, veremos cómo avanzar en la actividad que hasta ahora sólo tiene delivery", sostuvo el intendente de Rosario.
El documento que elaboran por estas horas es una guía dinámica de recomendaciones de higiene, desinfección y prevención destinada principalmente a las tareas de los empleados. No sólo a la hora de atender al público, sino a proveedores.
El mismo establece que no debe haber más de una persona cada 2 metros cuadrados de superficie en el local, por lo que las sillas deberán distanciarse entre sí a 2 metros. Ese es el método de los clientes para evitar contagios por el momento. No se confirmó si incorporarán otros elementos de protección como mamparas entre clientes, medida que pierde fuerza por la incomodidad.
Los mozos deberán contar con barbijos y guantes y, obviamente, mantener distancia mencionada. Además, le solicitará a los clientes que desinfecten sus manos antes de ingerir alimentos y al tocar objetos portátiles que luego serán usados por otra persona, como ser posnet, biromes.
Se sugiere que no haya servicio tipo buffet o tenedor libre para que no haya varias personas manipulando vajillas y alimentos. Para prevenir el contagio directo, se recomienda colocar una mampara o cristal que separe al cliente del trabajador de la barra o recepción.
A su vez, se piensa en colaborar con las áreas municipales en el seguimiento de la trazabilidad de los contagios a partir de los datos que aporten los clientes. En caso de haber algún contagio de algún cliente o trabajador, la base de datos facilitará la posibilidad de ponerse en contacto con quienes hayan estado en el local y alertarlos.