La industria santafesina: 17 meses para atrás con un 2019 de terror
La industria santafesina sigue en caída según explica el informe del Instituto de Investigaciones Económicas de Fisfe (Federación de Industriales de Santa Fe). Lo impactante son dos aspectos: la cantidad de meses consecutivos de terapia intensiva, 17 seguidos, y también el bajo nivel de actividad en relación a 2018, casi 8%.
El nivel de actividad industrial en la provincia de Santa Fe presentó en septiembre de 2019, y por décimo séptimo mes consecutivo, un retroceso de -3,1% interanual, acumulando al cierre del tercer trimestre un descenso de -7,9% con respecto al mismo período del año anterior.
La producción fabril enfrentó así un nuevo retroceso agravado por el bajo punto de referencia que significa septiembre de 2018, ya que en esa ocasión la actividad había caído con particular intensidad.
En rigor, dos terceras partes de las ramas industriales con desarrollo en la provincia de Santa Fe registraron en septiembre de 2019 menor nivel de actividad frente al mismo mes del año pasado.
Entre las veinte actividades de mayor contribución al producto industrial santafesino, en el mes de septiembre de 2019 se hallaron los siguientes resultados interanuales: vehículos automotores (-49,3%), prendas de vestir (-22,6%), maquinaria de uso general (-18,4%), muebles y colchones (-18,4%), productos de metal y servicios trabajo metales (-13,9%), autopartes (-12,8%), maquinaria de uso especial (-9,6%), fiambres y embutidos (-9,2%), productos de la refinación de petróleo (-5,7%), productos lácteos (-3,9%), manufacturas de plástico (-2,6%), maquinaria agropecuaria (-2,1%), papel y productos de papel (-1,3%), productos metálicos para uso estructural (-1,2%), industria siderúrgica (-0,6%), y molienda de cereales (0%).
Entre los sectores que presentaron resultados positivos se destaca la molienda de oleaginosas (+9,5%), carrocerías y remolques (+15,9%), y carne vacuna (+17,7%).
Durante septiembre la demanda de productos industriales resultó debilitada por los menores gastos en bienes de consumo e inversión, y los menores pedidos derivados de la industria automotriz, la construcción y el comercio.