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A ocho años de aprobada la ordenanza municipal que establece la obligatoriedad de los locales gastronómicos rosarinos de ofrecer menús aptos para personas celiacas, advierten que son pocos los que la cumplen en la actualidad y que el control estatal es inexistente. En este marco, señalan que apenas un 15 por ciento respeta la normativa, por lo cual para muchos salir a comer afuera representa toda una odisea. 

“Según un relevamiento realizado en 2017, solo el 15 por ciento de los locales gastronómicos de la ciudad cumplen con la ordenanza y los factores que influyen son varios”, destacó a Rosarioplus.com Silvia Losada, integrante de Acela Rosario, una organización que tiene como fin difundir de qué trata la enfermedad que padece el 1% de la población argentina.

Por un lado, Losada explicó que una de las causas de su incumplimiento reside en que la mayoría de los locales “contratan al personal gastronómico por temporadas, entonces capacitar a alguien que va a trabajar poco tiempo no les conviene”, y agregó: “Como consecuencia, no toman los recaudos necesarios para evitar la contaminación cruzada”.

Por otro lado, indicó que “hay mucha ignorancia” sobre el tema: “Los locales simplemente tendrían que hacer unas pequeñas adaptaciones para poder funcionar como cocina libre de gluten y debido al desconocimiento no las quieren hacer aun teniendo el espacio”. En este sentido, detalló que “no es necesario que ellos mismos elaboren la comida porque existen lugares donde se compra ya elaborada y como mayorista, y cuesta lo mismo”. 

Cabe señalar que todos los relevamientos son realizados por los voluntarios de Acela ya que, aseguran, “desde el municipio no hay control sobre el cumplimiento de la ordenanza”. “Cada tanto hacemos un raconto de los lugares que no tienen menús para celíacos y lo elevamos al Instituto del Alimento. La respuesta que nos dan siempre es que no tienen personal para hacer un seguimiento”, explicó Losada.

Asimismo, destacó que las dificultades también se presentan en los locales que comercializan productos especialmente para las personas celiacas. “No todos los productos que se venden son totalmente aptos. Siempre hay un riesgo de contaminación cruzada. El problema es que la mayoría ofrece alimentos que ni siquiera están analizados y eso es un riesgo muy grande”, declaró.

Reglamentación hay, pero no se cumple

En el año 2010, el Concejo aprobó una ordenanza de Protección y Asistencia al celíaco que tenía como objetivo principal es “garantizar la protección integral, contención social y atención médico asistencial del enfermo celíaco en efectores públicos, mejorando su calidad de vida y la de su entorno familiar”.

En tanto, dicha normativa establecía que en todos los comercios y supermercados se deben ofertar alimentos aptos para el consumo de celíacos, de la misma manera que las casas de comidas rápidas, restaurantes y bares deben ofrecer, dentro del menú, una opción libre de gluten.

En mayo de 2018, el Concejo modificó esta ordenanza agregando un artículo que obliga a que en los establecimientos escolares también se ofrezcan productos sin TACC. “Sería maravilloso que quienes ajustaron esa ordenanza la hicieran cumplir porque quedó en la nada. De todas maneras, con que hicieran cumplir la que ya existía hubiese alcanzado”, sentenció Losada.

A nivel nacional, cabe señalar que Argentina cuenta con una Ley Celíaca, que fue aprobada en 2009 y modificada en 2015. La misma declara a la enfermedad de interés nacional e implica la investigación, detección, capacitación médica, difusión y acceso a alimentos libres de gluten.