La Provincia quiere "llegar a fondo" en el caso de los fiscales
El ministro de Gobierno, Justicia, Derechos Humanos y Diversidad de Santa Fe, Esteban Borgonovo, se refirió a la situación de los fiscales provinciales Gustavo Ponce Asahad y Patricio Serjal, denunciados recientemente por corrupción. Ambos renunciaron a sus cargos, pero la Provincia no se contentará con eso.
El funcionario sostuvo que “en diciembre, cuando asumimos, el gobernador (Omar Perotti) dijo que ‘a partir de ahora el Estado estaba de un lado y el delito del otro’. Por eso nosotros, si bien estamos preocupados, celebramos que estas cosas salgan a la luz y se investiguen. Y vamos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para que los responsables tengan las sanciones que corresponden”.
“Habrá que llegar a fondo”, sentenció Borgonovo, y añadió: “Lo que sí está claro es que este nuevo sistema, más allá del problema de la corrupción, necesita algunos retoques porque no hubo alertas tempranas, no hubo resortes, no hubo mecanismos que pudieran actuar a tiempo”.
“Estamos ante un hecho de corrupción. Cualquiera que sea responsable de un hecho de este tipo, no puede estar en la función pública”, puntualizó.
Los hechos
Serjal y Ponce Asahad quedaron manchados por presuntos vínculos con una red de juego clandestino. Un miembro de la asociación ilícita, Leonardo P., declaró como arrepentidos y dejó expuestos a los fiscales.
Los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra revelaron que el arrepentido tenía vínculo directo con la banda vinculada al juego clandestino, extorsiones y al atentado al casino City Center que resultó en el asesinato de un apostador.
El imputado era quien se mantenía en contacto con agentes de las fuerzas de seguridad y funcionarios judiciales a fines de obtener de ellos algún beneficio para los miembros de la organización. Uno de los contactos del arrepentido en la Fiscalía era Ponce Asahad.
El hilo de la investigación llegó hasta quien hasta este lunes fue fiscal regional de Rosario, Patricio Serjal, quien junto con su colega Ponce Asahad se encargaban, según los fiscales, de proteger a la banda a cambio de coimas mensuales.