Bolsonaro llama a sabotear la cuarentena en Brasil
El gobierno del presidente Jair Bolsonaro lanzó una campaña publicitaria para pedirles a los brasileños abandonar la cuarentena y otras restricciones por la pandemia del coronavirus, y abrir empresas y comercios, pese a que el número de infectados y muertos volvió este viernes a crecer a más de 3.400 y 92, respectivamente.
Quince personas murieron en las últimas 24 horas de coronavirus en Brasil, lo cual elevó a 92 la cifra de fallecidos y de 2.915 a 3.417 los casos confirmados, 31 días después de la llegada del Covid-19 al país, informó el Ministerio de Salud en su balance diario.
Pese a este incremento diario, Bolsonaro continuó su enfrentamiento abierto y ahora oficial contra los especialistas de salud, gobernadores e intendentes.
La campaña del gobierno nacional se llama "Brasil no puede parar" y fue lanzada inicialmente en las redes sociales del senador Flavio Bolsonaro, hijo del presidente e investigado por lavado de dinero y desvío de fondos públicos de la Asamblea Legislativa de Río de Janeiro.
Un video mostrando a brasileños de todas las profesiones y clases sociales fue utilizado para sostener el discurso de Bolsonaro de eliminar las cuarententas, mientras el propio Ministerio de Salud advirtió ayer que se espera un abril "tormentoso", en alusión a que el mes que viene será el mayor pico de casos de coronavirus.
Entidades de camioneros y empresarios de ultraderecha en varias ciudades de Brasil realizaron en la noche del jueves protestas con sus vehículos pidiendo abrir comercios: una de las más divulgadas fue una manifestación en la avenida costanera de Balneario Camboriú, en Santa Catarina, estado donde Bolsonaro venció con el 65% de los votos en 2018.
Para este fin de semana fueron convocadas protestas en vehículos en casi todas las capitales por parte de grupos bolsonaristas que defienden la posición del mandatario de aislar apenas a las personas de grupos de riesgo.
El presidente viene realizando convocatorias a la población para no entrar en "pánico" calificando de "gripecita" al coronavirus.
El mandatario rompió con gobernadores aliados pero está usando la maquinaria pública del gobierno central para convencer a algunas ciudades, como la capital de Río de Janeiro o estados frágiles como los amazónicos Rondonia y Roraima, de reanudar actividades, en contra de las recomendaciones de las secretarías estaduales de Salud.
El presidente se enfrenta a los gobernadores que declararon cuarentena, sobre todo a lo de los estados que concentran la mayor cantidad de enfermos, Río de Janeiro y San Pablo.
(Télam)