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El presidente Alberto Fernández puso este jueves al frente de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) a María Fernanda Raverta, quien se venía desempeñando como ministra de Desarrollo de la Comunidad de la provincia de Buenos Aires.

La nueva titular del Anses- quien fue candidata a intendenta de Mar del Plata el año pasado- es licenciada en Servicio Social e integraba el gabinete del gobernador bonaerense Axel Kicillof como ministra de Desarrollo de la Comunidad.

La funcionaria había participado el viernes pasado de una reunión con intendentes en San Fernando, que encabezó el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, cuando anunció la duplicación de la asistencia alimentaria para los comedores de los sectores más vulnerables del conurbano.

Cuenta con "amplia trayectoria en trabajo social, y ha acumulado experiencia en distintos cargos e instituciones", según un texto difundido por Presidencia.

Entre los cargos que ocupó se mencionan los de la Secretaría de Desarrollo Social del municipio de General Alvarado, en el Centro de Contención “Chescotta”, del Ministerio de Desarrollo Humano de la provincia de Buenos Aires y, también, en la Subsecretaría de la de Niñez y Adolescencia del Ministerio de Desarrollo Social bonaerense.

Asimismo, ejerció la jefatura de la UDAI Puerto Mar del Plata de la Anses. Raverta suple desde este jueves a Vanoli, a quien en las ultimas horas el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, le pidió la renuncia por estar disconforme el Gobierno con su "gestión".

Ante el aislamiento social, preventivo y obligatorio decretado desde el 20 de marzo, la Anses había sumado a la administración de las jubilaciones y las asignaciones sociales una serie de programas de emergencia como el IFE, los bonos para el sector pasivo, efectivos de seguridad y personal de la salud, y la Tarjeta Alimentar, entre otros.

El 3 de abril, en el inicio de la tercera semana de aislamiento social por el coronavirus, se registraron largas filas de jubilados y beneficiarios de seguros sociales frente a bancos de todo el país para cobrar sus haberes, lo que generó el malestar del presidente Alberto Fernández.

La magnitud de esas aglomeraciones, en las que no se respetaron las recomendaciones de distanciamiento social, llevó a las autoridades a ordenar la atención en los bancos durante el fin de semana siguiente y a establecer un cronograma de pago según los números de los DNI de los beneficiarios.

El Presidente consideró entonces "inadmisible" que cobrar una jubilación o un beneficio del Estado pudiera "convertirse en un riesgo para la salud" y aseguró haber ordenado a "los responsables que no vuelva a repetirse" la escena de las filas frente a las entidades bancarias.

(Télam)