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Contra todos los pronósticos, encuestadoras y hasta bocas de urna, el candidato del Frente para la Victoria, Daniel Scioli, obtuvo la victoria de la presidenciales pero por sólo dos puntos sobre el Mauricio Macri del frente Cambiemos. Con el poco más del 96 por ciento de las mesas escrutadas, Scioli obtuvo el 36,85 por ciento y Macri el 34,34 por ciento.  

El país por primera vez en la historia, elegirá al próximo presidente en un ballottage el próximo 22 de noviembre, en lo que se presume que será una reñida elección. Otra cuestión que golpeó fuerte al oficialismo fue la idea de ganar en primera vuelta, tal como lo había resuelto en las últimas doos elecciones. Sin embargo, no sólo no logró el 40 por ciento y la diferencia de 10 puntos contra el segundo, también perdió cuatro puntos porcentuales: 34,3 contra los 38,6 que había obtenido en las Paso. 

El resultado de Scioli, muy por debajo de las expectativas, prevé días complicados para el oficialismo para la obtención de los votos que fueron hacia otros candidatos. Antes de los datos oficiales, en su única aparición luego de los comicios, llamó a los indecisos en un discurso de oposición directa contra el candidato de Cambiemos. 

Así, quien cotiza alto es Sergio Massa, pero aún es una incógnita hacia dónde girarán su votos. El ex intendente de Tigra se mostró moderado en su discurso del domingo por la noche y no dio indicios de su posición en el ballotage, algo que definirá en los próximos días. “Vamos a juntarnos con nuestros intendentes y legisladores para armar un documento único", dijo. 

Por su parte, Mauricio Macri habló pasadas las 23 en medio de una euforia colectiva. Los globos esta vez no fueron amarillos, sino blancos y celestes, y la actitud en el escenario demostró certezas de que habría segunda vuelta. Pero Macri no fue a buscar los votos de sus rivales, sólo aclaró: “Les pido a los votantes de los otros candidatos que se sumen a esta convocatoria”.