__tadevel:head__

El PRO logró revalidar poder en su bastión porteño, pero con un triunfo exiguo de Horacio Rodríguez Larreta para ser el sucesor del jefe de gobierno saliente, Mauricio Macri. En ese marco, el precandidato presidencial aprovechó la noche de su delfín para presentar un giro en su discurso respecto de conceptos económicos. En lo puntual, el futuro de YPF y de Aerolíneas Argentinas, sobre las que prometió no volver a privatizar.

En una jornada en la que varios macristas no ocultaron su decepción por ganar por muchos menos puntos porcentuales de lo esperado, el presidenciable aprovechó para nacionalizar la jornada y formalizar un giro discursivo: "Aerolíneas Argentinas será estatal pero bien administrada. YPF será del Estado, ellos la privatizaron y luego la confiscaron. La principal prioridad será la reducción de la pobreza, mejorar las jubilaciones y potenciar la ANSES”.

Consultado por la prensa sobre estos anuncios, habida cuenta de que los legisladores del PRO votaron en su momento contra la nacionalización de Aerolíneas y de YPF, Macri respondió: "Argentina no puede estar entre las dos propuestas que gobernaron estos 25 años. No puede estar entre administrar mal y administrar peor. En el caso de YPF nos opusimos a la confiscación. Hay que administrar con seriedad, no vender un libreto según el día".

Sobre los resultados en Ciudad de Buenos Aires, en los que el PRO obtuvo 51,6% y ECO 48,3%, Macri expresó: "Ganamos un balotaje difícil, ganamos a lo Boca-Racing, no era fácil. Lo trascendente es que en tres semanas definimos si queremos un cambio o no".

Rodríguez Larreta, en la misma rueda de prensa, se refirió al ajustado triunfo: "La Constitución (de la Ciudad) dice que se gana con el 50% más uno de los votos. Ganamos y punto".

El dotar de contenido el discurso de Macri era una discusión que venía dándose al interior de la dirigencia del PRO en las últimas semanas., Pensaban que había que agregar algo más a la mera consigna del "cambio", y el comando de campaña eligió la jornada del balotaje para hacerlo, aunque en un contexto de triunfo más acotado de lo esperado.