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De los creadores de “le sacaron un escarbadientes del corazón”, ahora llega “se tragó una bombilla de mate”. Sí, como lo leen. Sucedió en Paraná, en la Unidad Penal N°1, donde un preso tuvo una actitud extrema dentro de las que suelen tomar los presidiarios para forzar un traslado de lugar de detención o expresar un malestar fundado en el régimen de reclusión o en su causa penal.

Fue un joven de 19 años, recluido en dichas dependencias desde hace solo unas semanas. El chico estaba tomando mate junto a otro recluso cuando de repente partió la bombilla en dos y se la tragó.

Según explicó el director del penal, Rubén Gómez, a un medio local, “en un momento de disconformidad parte la bombilla y se la traga. Testigos que estaban en el lugar no se explican por qué lo hizo. Fue trasladado rápidamente al hospital”.

El preso fue operado de urgencia en el hospital de la capital entrerriana y ya está en proceso de recuperación.