Luego de encontrar una pistola bersa calibre 22 en el allanamiento a la casa de Sara Garfunkel, la madre de Alberto Nisman, su ex esposa y querellante, la jueza Sandra Arroyo Salgado expresó que “esta situación cambia todo el escenario”.

Según trascendió, el arma había sido mencionada en la declaración por la misma madre de Nisman, horas antes frente a la fiscal Viviana Fein, pero su ex esposa no sabía de la existencia de la misma. Además, sería de propiedad del fiscal.

Los efectivos de la división Homicidios de la Policía Federal permanecieron durante dos horas en la casa de la madre del fiscal, en la calle Roosevelt, en el barrio porteño de Belgrano y revisaron una caja fuerte del departamento y luego las bauleras en el subsuelo del edificio.

En la declaración que prestó ante Fein, la madre de Nisman afirmó haberse encontrado con el arma mientras revisaba efectos personales que pertenecían al fallecido fiscal. Esto lo afirmó la propia Sandra Arroyo Salgado en declaraciones a medios porteños, al explicar que cuando la madre “fue a guardar en su baulera lo que le enviaron desde la UFI Amia encontró el arma y los papeles".

"Nunca vi ese arma mientras convivíamos. La madre de Alberto ayer comenta que la semana pasada encontró el arma", aclaró la ex esposa.

¿Cambia el escenario?

Arroyo Salgado aclaró que “desconocía que Nisman tenía armas registradas a su nombre”, y agregó: “No sé cuándo la adquirió y nunca las tuvimos en nuestra casa, y tengo la certeza de las cosas que tenía en nuestro domicilio".

Pero la frase más relevante llegó tras relacionar la situación con las últimas horas del fiscal con vida. Puntualmente con la presencia de Diego Lagomarsino en su departamento para supuestamente prestarle el arma que finalmente acabó con la vida del fiscal.

"Para mí esto cambia todo, cambia el escenario", expresó la jueza. Es que ahora surge una pregunta sencilla pero quizás clave, que es porqué Nisman habría pedido prestada un arma a Lagomarsino si tenía una en su poder, incluso había pedido asesoramiento a uno de sus custodios para comprarse una.

Lo cierto es que esta situación no va a pasar desapercibida por la querella para profundizar la investigación.

(Télam)