Se viene el miércoles con un aire fresco y luminoso aunque no de sol pleno, que dan ganas de salir a comerse el mundo. Claro que sí, arriba los corazones. 

Es que el frío invernal casi ya es solo un mal recuerdo. El termómetro arrancó desde los 8°C, un poquito menos de sensación térmica. Pero nada que motive sacar el camperón ni la camiseta de frisa del ropero.

Bajo un cielo que arranca con nubosidad pero en el que se impondrá Febo finalmente, el día entibiará hasta los 21°C como máximo, y está bien que sea así. Es la bondad de un setiembre que luego traerá una primavera calurosa. Pero para eso, todavía falta.

Aprovechar estas jornadas agradables. Casi no hay viento. Y el que hay lleva y trae algunas nubes inofensivas. La humedad, moderada al 70%, y el aire limpio para ver el horizonte. 

Carpe diem.