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Una mujer que durante varios años vivió en concubinato con un cura fallecido en 2014 se transformó en la primera en el país en ser considerada pensionada por la muerte de su conviviente, aunque se haya tratado de un clérigo, supuestamente célibe. 

La beneficiaria desde ahora recibe una pensión de la Caja de Jubilaciones de Entre Ríos, y quien gestionó el beneficio fue otro sacerdote en ejercicio.

La pensión fue concedida luego de que se comprobara la convivencia marital entre la mujer, ahora pensionada del Estado, y el cura fallecido, llamado Carlos Barón. El beneficio fue otorgado porque la mujer, que mantiene la identidad bajo reserva, pudo acreditar que convivió con Barón mientras era capellán del hospital Fidanza de Paraná.

Por su condición de capellán en un centro médico, al cura Berón se lo consideró "empleado del Estado en el área del Ministerio de Salud", y la mujer comprobó la convivencia marital, mediante numerosos testimonios de allegados y feligreses, y presentó documentos que comprueban la adquisición de bienes y vehículos comprados en común por la pareja.

"Técnicamente fue un beneficio incuestionable, con mucha carga probatoria que acreditó una vida compartida", afirmó el presidente de la Caja de Jubilaciones, Daniel Elías, en referencia al insólito caso.

Según el funcionario se trató de "un caso muy elocuente y muy evidente", en el que "la prueba era abundante y en términos jurídicos estaba probada la convivencia con la antigüedad, con la habitualidad y las características que demanda la ley previsional entrerriana, que busca que la convivencia que se reconoce para los beneficios de pensión tenga ánimo marital y espíritu de convivencia familiar”.

El funcionario aclaró que, aunque la Iglesia Católica tiene reglas claras sobre el celibato para los religiosos, "de parte del Estado nos involucramos en la intimidad de esa convivencial en los términos previstos por el Código Civil y que, por lo tanto, al fallecer, deja a ese grupo conviviente sin un ingreso económico".

El cura Barón falleció en junio de 2014 a los 61 años, producto de una afección cardíaca, mientras se desempeñaba como capellán del Hospital Fidanza, situado a pocos kilómetros de la ciudad de Paraná. Había nacido el 1º de julio de 1952 en la localidad entrerriana de Crespo.

Elías reconoció que el caso del cura Barón no es el único que se presentó en esa Caja, y recordó que hace un tiempo otra mujer hizo un reclamo parecido porque dijo haber procreado dos hijos con un cura fallecido, pero "la convivencia no se pudo probar y el trámite no avanzó".