Rosario volvió a mostrar la doble moral de su show business
La captura del financista Shanahan como lavador de dinero narco es apenas otro capítulo más en una historia que en parte sirve para explicar algo del desarrollo económico de la ciudad.
Esta Rosario 2021 sumó otro hito a su retahíla de episodios que en la historia reciente muestran la hilacha de su discutible economía. La detención del financista y desarrollador inmobiliario Gustavo Shanahan como lavador de dinero proveniente del narcomenudeo en la ciudad es un capítulo más de una saga cada vez menos invisible que conjuga los más de 180 homicidios mafiosos que desangran los barrios este año, las balaceras como método de amenaza mafiosa por la que también hoy la ciudad es comentada en otros lares, y también las optimistas noticias sobre inversiones varias, emprendimientos y presunta prosperidad expresada en la construcción de torres VIP, ampulosas inauguraciones comerciales y otros fastos.
Para otro análisis quedará cuánto incide en la economía local las utilidades de la venta de cereal en negro y las maniobras de elusión fiscal en uno de los mayores polos agroexportadores del mundo.
Shanahan era habitué del show business rosarino. Los medios informativos de negocios lo mostraron mil veces como uno de los protagonistas de esa farándula. De accionista minoritario, le compró todo el paquete de Terminal Puerto Rosario a Guillermo Salazar Boero en 2010, y le sirvió el desembarco del grupo Vicentin para tomar los negocios del muelle local. Antes de irse, lo salpicó la revelación de maniobras de corrupción y lavado de dinero que involucró al ex presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, cuando admitió haber aportado 12 millones de dólares en negro en el Puerto de Rosario.
Tres años antes, durante la intendencia de Miguel Lifschitz, Shanahan obtuvo de la Municipalidad de Rosario el OK para una urbanización top: el complejo de barrios privados Los Pasos, detrás del country Carlos Pellegrini y el Jockey Club. Para cuando vendió sus acciones del puerto a Vicentin. Shanahan también tropezaba con el fondeo de Los Pasos y la demanda judicial de sus inversores que no veían ni avances en el desarrollo inmobiliario, ni el dinero tampoco. El actual presidente de la Bolsa de Comercio, Daniel Nassini, le ejecutó un pagaré de 25.000 dólares que no le había cancelado, y así en 2013 la Justicia dictó la quiebra de Shanahan.
Pero el hombre volvió al ruedo con una oficina en España 891, abocada a la compraventa de divisas en negro y otras operaciones financieras. Allí coexistían clientes de la economía legal, que no por ello también operan con el mal llamado "dólar blue", y otra clase de visitantes. Uno de estos era El Bolsero, un hombre que llevaba hasta esa cueva financiera el dinero de los bunkeres de droga que respondían a la cadena narco originada en el peruano Julio Rodríguez Granthon, condenado en agosto pasado a 12 años de prisión por narcotráfico, y actualmente recluido en el penal federal de Marcos Paz.
En los 23 allanamientos dispuestos entre viernes y sábado por el juez Marcelo Bailaque y la fiscal Adriana Saccone, la Policía Federal secuestró 4,5 kilos de cocaína, 34 millones de pesos, 30.500 dólares, armas y herramientas para fraccionar droga.
Pero esto solo ha sido el último capítulo. A principios de setiembre la city financiera también se estremeció con la detención del financista Yalil Azum, muy conocido en su ámbito y tomador de fondos para inversiones varias. Entre sus aportantes, el Tubi Segovia (un narco asesinado en el penal de Coronda) y otras derivaciones vinculadas a las barras de Newell's y Central. Con él también cayeron detenidos dirigentes del Club Echesortu, que manejaban una mesa de dinero en la propia sede social de esa entidad deportiva, en San Nicolás al 1300.
Antes de eso había caído la financiera de Corrientes al 800 que le cambiaba pesos por dólares blue al narco Marcelo Coto Medrano, hasta que lo asesinaron en enero pasado, en Granadero Baigorria. También este año hubo oficinas financieras allanadas en lo más top de Puerto Norte, en Carballo al 100, por lavado de dinero. Y la torre de avenida Caseros y Junín también ha sido escenario reiterado de allanamientos federales por la misma razón. Allí funcionaba el estudio contable del ex futbolista Marcelo Toscanelli que servía a una estructura dedicada a las apuestas clandestinas en Rosario y en otras ciudades santafesinas. Esto se destapó luego del escándalo que motivó la caída del capitalista de juego Leonardo Peiti, y las detenciones de los fiscales Patricio Serjal, Gustavo Ponce Asahad y otros en la provincia.
Demasiadas veces en Rosario se mezclan los negocios rutilantes y presentados a toda prensa y champán con denuncias penales. Falta poco para que se ventile en juicio oral el caso conocido en 2016 como la "megaestafa inmobiliaria" en la que algunos reputados empresarios de la ciudad, en connivencia con escribanos y otros, se ganaron una imputación penal por adueñarse de manera ilegal de campos y otros inmuebles.
Este fin de semana, el diputado y periodista Carlos Del Frade reflexionó, a cuento de todo esto: "Cuántos favores políticos le dieron durante años a Shanahan y quiénes se los dieron es una pregunta que debemos hacer desde la política".