Paciente Esperanza: podría haber casos similares si se replicaran los estudios
Sergio Lupo, doctor en medicina y especialista en VIH sostuvo en Sí 98.9 que existen pacientes con carga viral indetectable, que representan el 1% del total y que si se los estudiara en profundidad quizá se llegaría a la misma conclusión
Una mujer de 30 años que vive en la ciudad de Esperanza, en el departamento Las Colonias, es el segundo caso documentado en el mundo de una persona infectada con el virus VIH que se habría curado por inmunidad natural: los investigadores la apodaron “hope”, que en inglés significa esperanza. A la mujer de 30 años, que fue diagnosticada en 2013, su sistema inmunológico la habría curado del virus.
El caso se conoció esta semana luego de que se publicara el descubrimiento en la revista científica Annals of Internal Medicine donde se llegó a la conclusión: “El VIH-1 con genoma intacto y con capacidad de replicación no se detectó en un controlador de élite a pesar del análisis de cantidades masivas de células de sangre y tejidos, lo que sugiere que este paciente puede haber logrado naturalmente una cura esterilizante de la infección por VIH-1. Estas observaciones plantean la posibilidad de que una cura esterilizante sea un resultado extremadamente raro pero posible de la infección por VIH-1″.
Sergio Lupo es doctor en Medicina de la UNR y uno de los referentes ineludibles en cuanto a VIH. Para el investigador este caso se trata de una “excepción a la regla”, que quizá si se estudian “haya muchos más” similares ya que tienen una réplica inmune innata que hace que, a pesar que se infectaran, “la respuesta inmunológica sea que el virus desaparezca”.
Sobre afirmar que la mujer se curó de forma natural, el médico sostuvo en una entrevista al aire de Si 98.9 que “hablar de curación es muy delicado ya que no se sabe si en algún caso podría haber un aumento de la replicación, porque que genéticamente el virus está en forma imperfecta”.
Donde sí se puede hablar de curación- agregó Lupo- es en el tratamiento esterilizante, donde hubo trasplante de médula con un reemplazo total de las células, estas personas son conocidas como el paciente Berlín y el paciente Londres.
Ambos, tras padecer un cáncer hematológico, fueron sometidos a un trasplante de médula ósea que provenían de donantes que tenían una mutación en el gen que codifica para CCR5, principal correceptor del VIH, que hace que el virus no pueda entrar en las células y al habérsele “reseteado” su sistema inmunitario tras el trasplante estas personas no tienen virus detectable en su organismo, se dice que han sufrido una “cura esterilizante”. Sin embargo, esta aproximación no es posible en todas las personas que viven con el VIH, ya que esta intervención es de alto riesgo y una de cada dos personas tras la misma mueren.
El investigador sugirió que a la paciente de la cual hoy el mundo científico habla se la denomine como una “controladora de elite profunda”. Y en ese sentido profundizó su mirada: “Nosotros tenemos muchas personas que por sí mismos tienen carga viral indetectable que no evoluciona en algunas casos desde hace más de 30 años, pero no le realizamos estos estudios, habría que ver si alguno de ellos correspondería a la situación de esta mujer”.
Según el científico, este tipo de pacientes representan el 1% del total y, entre los tratados por su equipo, tiene unos 10 casos que si se hicieran estos estudios en profundidad podrían calificar dentro de las condiciones de esta mujer oriunda de Esperanza, pero este tipo de evaluaciones son muy sofisticados y se hacen en centros específicos que buscan la cura.
Ahora bien, desde el punto de vista académico, explicó Lupo, este tipo de estudios “resultan muy interesantes, pero desde lo práctico, con los controles clínicos habituales, más el control de carga viral, que en estos casos es indetectable, y el recuento de linfocitos CD4 que es normal, “alcanza” porque como la paciente de Esperanza “no necesitan tratamiento”.
“Evidentemente que el virus pueda ser controlado por el mismo cuerpo es una muestra hermosa de la naturaleza”, celebró. Aunque advirtió que para que pueda lograrse una cura definitiva, el desafío siempre está "desde el punto de vista terapéutico" y además que este tipo de estudios puedan ser utilizados por este" grupo de pacientes de elite", que desde su mirada avezada, podrían formar parte del club que es miembro la joven santafesina, un modelo para lo que se llama “curva funcional” y una forma de “poder replicar a otras personas la experiencia, pero no es tan sencillo lograrlo”.
Vacuna preventiva en proceso de investigación
Desde enero, cuatro centros argentinos ya prueban una vacuna preventiva contra VIH en el marco del Estudio Mosaico, que tiene como objetivo reclutar a 3.800 voluntarios en 57 instituciones de ocho países de América y Europa. Este trabajo, que se encuentra en fase III, busca probar un producto contra distintos subtipos del virus prevalente en diferentes regiones del planeta.
Los centros argentinos que participan el trabajo, y reclutaron participantes hasta octubre, son la Fundación Huésped, la Fundación Helios, el Hospital Ramos Mejía de la Ciudad de Buenos Aires, y el Instituto CAICI en Rosario, de donde Lupo es referente. A nivel local, se busca sumar entre 400 y 500 pacientes. Las otras naciones que participan son EEUU, Brasil, Perú, México, Polonia, España e Italia.
En la ciudad fueron 90 los pacientes seleccionados y ya fueron vacunados con la tercera dosis y faltaría la aplicación de una más el próximo año y luego pasarán a un control de dos años, para en el 2024 estén los resultados definitivos.
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