Vecinos reclamaron al Concejo una norma de nocturnidad "clara e integral"
Los vecinos de los barrios Pichincha y Luis Agote nucleados en la vecinal Maradona plantearon una mirada integralista al debate en torno a la nocturnidad, una discusión que pareciera no tener cauce. Desde la vecinal indicaron que se necesitan reglas claras, un control aplicado en el territorio, y que los espacios convivan con los vecinos, sin zonas de exclusión.
Los referentes de varias vecinales fueron convocados por la Comisión de Gobierno del Concejo Municipal. y Gabriel Palatnik, referente vecinal Maradona, contó en Muy rico todo, por Sí98.9, la postura que llevaron a la ronda de escuchas: “Queremos que se fomente la nocturnidad sin que estas propuestas se vayan a sectores específicos -zonas de esparcimiento alejadas- sino que se garantice la convivencia con los vecinos, en una norma integral para que el padecimiento sea el menor posible. Para eso, el espacio debe ser organizado”.
Palatnik recordó que durante la pandemia se habilitaron "las islas", es decir, los espacios sobre la calle para promover más asistencia al aire libre. “Es una idea que hoy tiene un uso que nos parece indiscriminado y no permite un buen tránsito de vehículos", dijo sobre ese extra con el que cuentan los bares.
Para el vecinalista, las normas que hay alcanzan y el énfasis debería ponerse en el control, es decir, "que haya agentes ocupados en sostener la noche sin que moleste a vecinos". "La política publica debe tener inspectores que controlen, porque sino hasta la norma más moderna del mundo va a caer en letra muerta", sostuvo.
Fomento para que vuelva la cultura
Consultado sobre los planteos que se realizaron en la Comisión, Palatnik destacó la importancia que la Vecinal Maradona le da a los espacios sociales y culturales, muchos golpeados por la pandemia y la crisis. “La Municipalidad no está teniendo en cuenta la movida cultural de esos espacios que son menos ruidosos. Por eso les recordamos a los concejales que no hay un fomento de esas actividades. Lo pusimos en la mesa: nocturnidad significa jóvenes, aire libre, boliche, respeto al vecino, pero también fomento a la cultura”.
En este sentido, aseguró que el Municipio no puede exigir “lo mismo a un espacio cultural o club social que a un bolichero o un empresario de la gastronomía, que se dedica a lucrar con la actividad”. Y destacó que, si bien ambos deben cumplir con las normas, según su postura “se debe pensar en una colaboración estatal para ayudar en esto, como por ejemplo en insonorizar los espacios culturales”, algo que los boliches pueden costear y realizan siempre, y los culturales no.
Palatnik reconoció que “es difícil compatibilizar los intereses en una norma integral, pero hay que encontrar una solución para todos". "Intentamos que todas las partes convivan, es necesario que se discuta seriamente, lo que está viejo hay que modificarlo y lo que venga debe ser integral. Rosario es una ciudad grande y se lo merece”, puntualizó.
Y recordó un claro ejemplo de que esto es posible: “Cuando se instauró la prohibición de fumar dentro de los bares muchos decían que no se podía aplicar, y a los pocos meses funcionó. Se necesita una política clara, control y un cumplimiento posterior.
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