Sergio Rotman y la canción actual: “Es banalidad, frialdad y tontería”
El saxofonista que hizo fama con los Fabulosos Cadillacs habló por Sí 98.9 en una charla que dejó muchas reflexiones sobre el panorama musical de hoy, y jugosas anécdotas.
Para los que gustan del rock Sergio Rotman no necesita que se lo presente, sin embargo alunas señales pueden ser un acercamiento para conocer a este multifacético músico. Su vuelo más alto en el mundo del arte musical es haber sido parte y fundador de Los Fabulosos Cadillacs.
Con esta banda ganó infinidad de premios y tocó en los escenarios más importantes del mundo, compartidos con músicos de la talla de Debbie Harry (Blondie), Rubén Blades, Celia Cruz o Mick Jones (The Clash), entre otros. En sus idas y vueltas aportó más de 17 canciones que comandan Vicentico y el Sr. Flavio. “Siguiendo la luna”, uno de los máximos hits de los Cadillacs, es el más emblemático.
Rotman compuso el repertorio de "Odio" – su flamante disco- durante los meses más crudos del aislamiento. En la búsqueda de un sonido particular el saxofonista y cantante tomó la decisión de que cada una de las canciones tuviese un guitarrista diferente: Pablo Martín, Hernán Espejo, Ariel Minimal y Gonzalo Campos forman parte de esta selección de músicos, además de su banda estable con quienes ya grabó su disco anterior.
“El derrotero de Cadillacs es muy incierto en el último tiempo, para mí los mejores años a nivel creativo fueron los ´90, después de 2008 a 2018 la pasé bárbaro y fueron los mejores años de mi vida, pero a nivel artístico en Cadillacs no pasó mucho. Yo no soy un fan de la salvación, creo que es un buen disco, pero no es un disco de Los Cadillacs”, explicó en el aire de Si 989, sobre la idiosincrasia de su nuevo trabajo como solista.
En cuanto a su mirada de la música y su exponentes sostuvo que el rocanrol cambió rotundamente y dejó de ser la banda de sonido de mucha gente, que “fue brutalmente sobrepasado por la música urbana” a la que calificó como “una movida comercial muy certera e inteligente orquestada por la industria", ante la imposibilidad de controlar y marcarle la cancha al rock.
“Antes que la música se convertirá en commodity uno le hablaba a una persona, ahora parece que es todo genérico, hay pocas canciones que hablan de una cosa son todas actitudes sin mucho sentido, banales, fría y tontas como es la generación de ahora”, manifestó.
Asimismo argumentó sobre su manera tan particular de interpretar las canciones, y expresó: “Me cuesta cantar pero no decir. Respeto al decidor porque era un personaje bastante importante en la antigüedad, era más valorado lo que decía, el conmtendio, que cómo lo decía, yo me fui por ese lado”.
Aquí el audio de la nota completa.