Una tonelada de dinamita para derribar un puente en Italia
Los dos pilares que quedaban en pie del puente Morandi de Génova, en el noroeste de Italia, que se derrumbó en agosto de 2018 provocando la muerte de 43 personas, fueron demolidos este viernes de manera controlada con una explosión en la que se utilizó cerca de una tonelada de dinamita, informaron las autoridades.
A las 09.37 hora italiana (4.37 de Argentina) se oyó una sirena y se accionaron los chorros de agua para crear un muro que evitase la difusión de las partículas de polvo, y después, con la explosión de las 15 cargas colocadas, los dos pilares del puente se desplomaron en seis segundos, señaló la agencia EFE.
Para la demolición se puso en marcha un plan de seguridad en el que participaron 400 agentes de las fuerzas de seguridad, se cortaron todas las carreteras adyacentes y fueron evacuadas 3.500 personas que regresarán a sus casas cuando se comprueben los niveles de polvo en el aire y la presencia del amianto que contenía el cemento del puente.
Para evitar la difusión de estas partículas durante varias horas se lanzaron litros de agua en dirección al puente, lo que continuarán durante parte de la jornada.
La demolición del puente Morandi en GénovaPublicado por RosarioPlus en Viernes, 28 de junio de 2019
Además del alcalde de Génova, Marco Bucci, y el presidente da la región de Ligura, Fabio Tosi, asistieron a la demolición los vicepresidentes del gobierno italiano, Matteo Salvini y Luigi di Maio, y la ministra de Defensa, Elisabetta Trenta.
Bucci aseguró que la demolición, considerada "sin igual" debido a que se ha realizado en pleno centro urbano, fue un "éxito" y añadió que ahora empezará la verdadera reconstrucción, que está previsto termine en la primavera de 2020.
Un consorcio formado por las empresas italianas Salini Impregilo, Fincantieri y Italferr construirá el nuevo puente con el diseño del arquitecto Renzo Piano.
El nuevo puente costará 202 millones de euros y contempla una cubierta de acero de 1.100 metros de longitud, con 19 pilares elípticos separados a una distancia de 50 metros.
El 14 de agosto de 2018 se derrumbó un tramo del puente Morandi, causando la muerte de 43 personas, un hecho del que el Gobierno italiano culpó de inmediato a la concesionaria italiana Autostrade per l'Italia, porque era la responsable de la gestión y mantenimiento del viaducto.
La Fiscalía de Génova abrió una investigación para tratar de esclarecer las razones del siniestro, que tiene bajo la lupa a veinte personas, entre ellas directivos de Autostrade, filial de Atlantia.
Cerca de 300 familias perdieron sus casas ya que se encontraban bajo el puente y tendrán que ser derrumbadas.