Ve la luz el concierto "maldito" de Creedence en Woodstock
Cincuenta años después del festival de Woodstock, el concierto que Creedence Clearwater Revival dio en ese macroevento de la era hippie, y que nunca se había publicado de manera oficial y completa hasta ahora, ve la luz con la edición de un doble vinilo.
"Live at Woodstock" es el título de este lanzamiento de Craft Recordings, también disponible en CD, con el que la emblemática banda que lideró John Fogerty acaba con medio siglo de misterio y casi malditismo sobre aquella actuación cuyo recuerdo sobrevivió entre sus fanáticos con grabaciones piratas y temas aislados en recopilatorios.
Y es que pese a ser uno de los grupos más conocidos de aquel revolucionario y multitudinario evento que en 1969 prometió "tres días de paz y música", Creedence Clearwater Revival decidió que su recital no figurara en el documental "Woodstock" (1970), ganador del Óscar en su categoría, y que sólo aparecieran temas sueltos en los discos que difundieron posteriormente el evangelio del festival.
"No estuvimos en el documental a propósito", aseguró el cantante y guitarrista John Fogerty a la revista Billboard hace dos semanas.
"Nadie entendía realmente qué película sería. La canción que querían usar era 'Bad Moon Rising' y simplemente creía que no era nuestro mejor trabajo. En ese punto en el que Creedence era la banda número uno del mundo, sentí '¿por qué ir hacia atrás?'", añadió.
Junto a Doug Clifford, Stu Cook y su hermano Tom Fogerty, John Fogerty disfrutaba ese año de la explosión de un grupo que hacía gala de un abrasivo y emocionante rock de raíces que se reconocía como heredero del country y del blues.
Su debut "Creedence Clearwater Revival" (1968) no había sido un exitazo, pero "Bayou Country" (1969) había puesto al conjunto en primera fila del rock de la contracultura con temas irresistibles como "Proud Mary".
La industria, además, se movía a un ritmo muy diferente al actual: el grupo editó "Bayou Country" en enero de 1969, publicó "Green River" apenas un par de semanas antes de que Woodstock se celebrara a mediados de agosto, y aún tuvo tiempo de lanzar un tercer álbum, "Willy and the Poor Boys", antes de terminar el año.
La publicación de "Live at Woodstock" coincide con la de "Woodstock - Back to the Garden: The Definitive 50th Anniversary Archive", una lujosa y descomunal caja que, entre sus 38 discos, incluye también la actuación completa de Creedence Clearwater Revival en el festival.
Eso sí, este lanzamiento de Rhino muy limitado y para coleccionistas, con 432 canciones y 36 horas de música, no es para todos los bolsillos, ya que su precio de 800 dólares es muy probable que suba mucho en la reventa en cuanto se agoten sus solo 1.969 copias comercializadas.
Recuerdo de la experiencia Woodstock
En ese contexto desembarcó el grupo en Woodstock, donde compartió cartel con la flor y nata de los años 60: Jimi Hendrix, Santana, Joan Baez, Grateful Dead, Janis Joplin, Sly and the Family Stone, The Who, Joe Cocker o Crosby, Stills, Nash & Young.
"Nadie había visto algo así antes en medio de la nada", apuntó el bajista Stu Cook en Billboard sobre la "impactante" imagen de cientos de miles de personas en el festival.
"Sabías que era algo realmente trascendental y especial, pero yo estaba nervioso todo el tiempo que estuve ahí", admitió, en cambio, John Fogerty.
"Con medio millón de personas, sin reglas, sin profesionales organizándolo, sin seguridad (...). En el Ejército me solían llamar 'abuelo' o 'mamá Fogerty', pero (en Woodstock) estaba realmente preocupado porque algo pudiera salir mal", agregó.
Creedence Clearwater Revival saltaron al escenario con gran retraso hacia la una de la mañana y calentaron motores con "Born on the Bayou".
En los cincuenta minutos que aproximadamente duró su actuación, recogidos de principio a fin por "Live at Woodstock", sobresalen unas sabrosas y ardientes "Green River", "Bad Moon Rising" o "I Put a Spell on You", aunque para el final se reservaron dos largas excursiones sonoras de diez minutos cada una con "Keep on Chooglin'" y "Suzie Q".
"Creo que tocamos bien y que en algunos momentos tocamos muy bien", reflexionó Stu Cook.
El bajista dijo que fue "una pena" no haber aparecido en el documental, pero recalcó que él no estaba de acuerdo con esa decisión tomada por la banda, un ejemplo más de fricción en un grupo que se separó en 1972 de manera traumática y cuyos miembros mantuvieron disputas durante años.