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Este lunes se reanudaron las tareas de la Unidad de Control Psicofísico (UCP) instalada en la Terminal de Ómnibus Mariano Moreno aunque solamente con dos empleados. Los ex trabajadores denuncian que redujeron el espacio a la mitad y que no están los elementos necesarios para realizar las pruebas.

“Acá convocaron a un médico y a un psicólogo. Desde el viernes a hoy es muy difícil que hayan adquirido una formación en seguridad vial para hacer este tipo de trabajo”, señaló a Rosarioplus.com Nadina Caamaño, una de los cuatro profesionales de salud que se desempeña en la UCP. “Con nosotros no se comunicaron y lo entendemos como una medida de adoctrinamiento”, agregó.

En este sentido, señaló: “Nosotros trabajamos en un container movil, pero a los colegas que llamaron ahora los quieren hacer trabajar en un cuadrado de un metro por un metro que se mezcla con la atención al público. El control psicológico necesita de privacidad y el médico requiere de camillas, balanza, tensiometro y todos esos elementos no los tienen”.

Asimismo, Caamaño advirtió que todo esto se trata de una estrategia del gobierno para sortear la “presión mediática”, debido a que, según asegura, “no están las condiciones dadas para trabajar”. Por otro lado, subrayó que la jornada laboral se redujo a la mitad y pasó de ser de ocho a cuatro horas diarias y que el contrato laboral es solo por tres meses. 

La semana pasada funcionó por última vez la unidad de control de la Terminal de Ómnibus de Rosario cuya función era la de examinar el estado de los choferes de micros de larga distancia. La empresa que contrataba a los especialistas dejó de operar el 31 de marzo.