En medio de la ola de violencia y amenazas, un ómnibus que este jueves por la mañana trasladaba agentes del Servicio Penitenciario fue blanco de piedrazos en el ingreso a Rosario por la autopista Brigadier López, conecta con la ciudad de Santa Fe.

Es el segundo atentado en un mes contra una unidad de traslado de personal policial. A diferencia del ataque anterior, esta vez no hubo heridos ni mensajes amenazantes. Pero constituye otra escalada en el duelo que al parecer sostienen el Ejecutivo provincial y el crimen organizado, a instancias de una política carcelaria que ha endurecido el régimen intramuros.

El piedrazo impactó en una de las ventanillas del lado derecho del colectivo de la empresa Laguna Paiva, y causó la destrucción total del vidrio. No obstante, no hubo que lamentar heridos. Tampoco se reportaron detenciones de personas involucradas en el ataque. 

Cabe recordar que el pasado 2 de marzo, dos colectivos de la misma empresa fueron atacados a balazos, dejando a tres empleados penitenciarios heridos. Además, dicho atentado se encontró un mensaje amenazante que hacía referencia a las restricciones que implementó el Gobierno provincial sobre los presos de alto perfil de la cárcel de Piñero y Coronda. 

Al día siguiente de ese tiroteo contra agentes penitenciarios, ocurrieron graves episodios de apremios dentro de la cárcel de Piñero que merecieron una denuncia del Servicio de Defensa Penal por torturas a los detenidos.