La canciller alemana Angela Merkel confirmó que las autoridades alemanas consideran "terrrorista" el atentado en que un camión embistió este lunes un mercado en Berlín, dejando al menos 12 muertos y 48 heridos, y están investigando si el autor fue un refugiado.

Además, Merkel indicó, en una breve conferencia de prensa en la sede de la cancillería, que si se tratara de un refugiado, el hecho sería "particularmente repugnante" y aseguró que garantizaba el "total esclarecimiento" de los hechos, según CNN.

Más allá de las declaraciones de Merkel, el silencio oficial sobre la marcha de las investigaciones es absoluto, y la información detallada no se recibirá antes de las 13 hora local (9 de la mañana, hora argentina), informó a Télam la embajada argentina en Berlín.

Toda el área de los hechos está completamente cerrada a peatones y tránsito vehicular y la investigación, dirigida por la Fiscalía General de Alemania, incluye personal de todos los servicios de seguridad, locales y federales.

Sin embargo, la definición tajante de Angela Merkel es la primera señal inequívoca de que Alemania ya ha decidido sobre el carácter de los acontecimientos, que fueron tratados hasta ahora con extrema cautela debido, ante todo, a la delicada situación de los centenares de miles de refugiados que entraron recientemente al país.

El peligro de una ola xenófoba está latente e incluso ya hubo ayer rápidas declaraciones de integrantes del partido de extrema derecha AfD, que se opone virulentamente a la política de recepción de migrantes del Medio Oriente.

Además, la cuestión inmigratoria está muy instalada en la campaña electoral de cara a las elecciones en las de 2017, en las que Merkel intenta renovar su mandato. 

La propia canciller, inclinándose al ánimo predominante, endureció sus posiciones, originalmente muy favorables a la recepción de refugiados, y ahora promete fuertes controles y pruebas previas a cualquier concesión de asilo.