Este sábado se realizará un taller sobre el cultivo y cuidado de rosas en el corazón del parque Independencia. En ese marco, se realizará la  plantación de los últimos 100 ejemplares del total de 7.500 que renuevan el paseo, para dejar una huella en un espacio público que es patrimonio histórico y cultural de la ciudad. La cita es a las 11, en el Rosedal.

Con cien años de historia, el Rosedal del parque Independencia está siendo objeto de un proceso de puesta en valor que en estos días, con la cercanía de la época de floración, está llegando a su fin. Para vincular a los ciudadanos con este icónico sitio y promover la participación y el cuidado del mismo, la Secretaría de Ambiente y Espacio Público organizó un taller teórico-práctico, con la plantación de los últimos rosales que comenzaron a incorporarse en julio pasado.

Para amenizar la jornada estará la banda musical Cornalitos, que a través del swing evocará los inicios de este espacio tan cercano para todos los rosarinos, emulando el contexto de época de los orígenes del paseo. La propuesta es de participación libre y gratuita, y en su transcurso se ofrecerá información sobre las rosas y los cuidados que requieren.

Para el mantenimiento de los rosales se construyó un sistema de riego por goteo. Además en la zona se colocaron 126 luminarias LED, para una mejor visibilidad y entornos más seguros en el espacio público. Esta tecnología supera a otras convencionales por su mayor eficiencia y vida útil, menor consumo, bajo costo de mantenimiento y un mayor poder lumínico.

Los orígenes del parque y el rosedal

Los orígenes del parque de la Independencia se remontan a la intendencia de Luis Lamas (1898/1904), quien retoma un proyecto de su predecesor Alberto J. Paz para la creación de un gran espacio verde en la ciudad.

El parque se formó a continuación de la entonces plaza Independencia, integrada a su vez por cuatro plazas situadas en la intersección de los bulevares Santafesino y Argentino (hoy Oroño y Pellegrini), entre las calles Balcarce, Alvear, Montevideo y Cochabamba.

Dicha plaza albergaba al primer Jardín Zoológico de la ciudad, mientras que los bulevares ya habían sido abiertos y parquizados como paseos públicos en 1887.

Las obras comenzaron en 1901 con la construcción del lago, llevadas a cabo por reclusos de la cárcel, al igual que la elevación de la montañita con la tierra excavada del mismo y la apertura de las avenidas de acceso. En el transcurso de ese mismo año se celebraron dos “fiestas del árbol”, que consistieron en la plantación de miles de ejemplares por parte de alumnos de escuelas provinciales.

El Rosedal se terminó en el año 1915, e incluye pérgolas, esculturas y la Fuente de los Españoles, que fue donada por la colectividad ibérica en 1925. En esta etapa de revitalización se plantaron 7.000 rosales de 37 especies diferentes, siguiendo un diseño paisajístico que busca realzar colores y detalles propios de cada tipo de rosa.