Carlos Del Frade nació en Rosario el 5 de febrero de 1963. En más de 30 años de carrera como periodista y escritor lleva publicados más de cincuenta libros y es reconocido por sus investigaciones acerca del narcotráfico y las mafias a lo largo y ancho de la provincia, con decenas de denuncias realizadas sobre el tema, adoptándolo casi como un modo de vida.

El candidato a diputado nacional es hijo de un bancario que fue despedido de su trabajo durante el menemismo, quien, junto a su madre, le compraron su primera maquina de escribir y lo acompañaron en su sueño. De chico quería ser relator de fútbol y explorador, y recién transitando el secundario en la escuela Dante Alighieri fue donde se dio cuenta que quería ser periodista, por lo que a los 14 años empezó a hacer micros radiales sobre OVNIS.

Al salir de la escuela, comenzó a estudiar la carrera de periodismo en un instituto privado, pero era 1983 y Carlos fue llamado al Servicio Militar Obligatorio. Al salir, terminó sus estudios.

Hincha confeso y fanático de Central, Del Frade fue candidato a presidente del club de Arroyito por la agrupación Crece en 2010. También llevó adelante una serie de investigaciones que contribuyeron a ponerle fin a la presidencia de Eduardo J. López al frente de Newell's tras 14 años.

En 2007, Carlos fue tentado por Fernando Pino Solanas para ser el candidato a diputado nacional de Proyecto Sur pero en esa ocasión no pudo acceder a una banca. Sin embargo, su carrera política continuó y en 2011 fue candidato a diputado provincial, quedando afuera con 60 mil votos.

La oportunidad le llegó a Del Frade recién en 2015, cuando fue electo como diputado provincial por Santa Fe por el Frente Social y Popular, el cual aglutinaba a distintas agrupaciones sociales y de izquierda en torno a su figura.

Un mes antes de lograr su cometido, vivió un complicado episodio de salud que apenas logró hacerlo tambalear. Cuando participaba en una maratón en la ciudad de Rosario, faltando unos 500 metros para llegar a la meta, sufrió tres paros cardíacos que lo llevaron a afrontar una intervención quirúrgica, la cual superó con notable éxito. Suelde decir que sobrevivió gracias a una “energía cósmica”.

Después de lo sucedido aquella mañana de domingo de 2015, Carlos decidió que iba a disfrutar mucho más de su compañera Sandra y de sus hijas, Victoria y Lucía, aunque sin resignar a sus ideales y mucho menos callarse ante lo que considera una injusticia.