Es la excusa que la mayor parte de laburantes estaban esperando para llegar tarde a trabajar: madrugar es malo para la salud. Sí, sí, no es ninguna broma. Lo dice la ciencia, que una vez más, hizo una investigación de esas que merece la pena recalcar.

En esta ocasión fue en la Universidad de Westminster (Inglaterra), donde los investigadores se pusieron manos a la obra para verificar si eso de levantarse temprano tenía alguna consecuencia.

Y efectivamente, la conclusión fue la que todos los que salen de casa antes de que salga el sol ya venían advirtiendo: madrugar es malo para la salud. ¿Sus efectos? Según el estudio, aquellos a los que el despertador hace abrir los ojos cuando aún es de noche tienen tendencia a padecer más dolores de cabeza, además de problemas musculares y cambios de humor.

El análisis se basó en las pruebas hechas a un grupo de 42 voluntarios a los que se les tomó una muestra de saliva ocho veces al día durante 48 horas, siendo la primera de ellas justo al despertarse.

El primer resultado fue que ponerse en marcha antes de las 7.21 de la mañana disparaba el nivel de cortisol en el cuerpo, la hormona del estrés. También demostró que los que madrugaban más tenían peores relaciones sociales y prestaban una menor atención a su entorno.