"Desde la política, Reutemann sólo hizo daño"
El regreso a la política activa del senador agita reclamos y heridas que nunca cerrarán
Celeste Lepratti, hermana de Pocho, militante social asesinado por la policía en la represión de diciembre de 2001, y candidata a Concejal por el Frente Social y Popular, no puede ignorar la reaparición pública del senador nacional en la política santafesina y su reciente alianza con el PRO, en un año electoral. “No es para nada grato escuchar su voz. Desde la política solo hizo daño, sólo es recordado por los crímenes de diciembre de 2001 y el crimen hídrico de 2003”, sostuvo.
Hace unos pocos días se confirmó que ex gobernador se unió a la fuerza que lidera Mauricio Macri, aunque todavía no aseguró tener decidido si será candidato y, en caso afirmativo, candidato a qué.
Previo a la mediática movida de acercamiento al PRO, al Lole se lo pudo ver caminar por Santa Fe en la Marcha por Nisman. “Es la única manera de la que puede andar por la calle, en una marcha de ese estilo. Antes y después de eso se tiene que quedar encerrado por el repudio que existe hacia él”, opinó Lepratti.
Aun así la figura de Reutemann sigue siendo determinante, por lo menos, en la política santafesina. Desde el FSyP evalúan que esto es así porque existe una estructura de poder que lo mantiene impune, “la misma que hace que los socialistas, que tuvieron la oportunidad de avanzar por los reclamos de Justicia, no hayan llegado al fondo de ninguna de las cuestiones (represión de diciembre 2001 y las inundaciones de 2003)”, sentenció Celeste.
Los fueros que el Senado de la Nación le otorga ha eximido a Reutemann de presentarse ante la Justicia durante los últimos 14 años. “Es repudiable políticamente porque fue el mejor alumno de Menem, aplicando al pie de la letra la receta neoliberal, pero mucho más porque tiene que rendir cuentas”, señaló.
En diciembre de este año, Reutemann deberá dejar su banca en el Senado y con ella sus fueros, que lo expondrán a cualquier denuncia que aparezca. La única manera de evitarlo es bajar al barro y participar de alguna contienda política, salir airoso y ocupar algún cargo público que lo mantenga “blindado” judicialmente. “Es lo que va a hacer, su labor siempre fue nula. Hizo lo que hizo estos años para no mostrar las manos llenas de sangre”, interpretó Lepratti.