¿Donar óvulos es peligroso?
Hay muchos mitos acerca de la donación de óvulos y acá te vamos a brindar un poco de información para desandar la idea de que donar óvulos es peligroso.
¿Cómo desandar el mito de que donar óvulos es peligroso?
Bien, lo primero que tenés que saber es que es una práctica muy sencilla y que quien se someta a ella está protegida por la Ley 26.862 de reproducción asistida. Este dato ya debería calmar la idea de que donar óvulos es peligroso por el simple hecho de que no es una práctica que se realice en las sombras o bajo circunstancias dudosas.
El Ministerio de Salud de la Nación es quien regula y certifica –o no– a las instituciones que proveen de todo lo necesario para el recorrido de convertirse en donante. Sea cual sea tu orientación sexual, identidad de género, seas usuaria del sistema público o privado de salud.
Si tenés un sentimiento de altruismo y querés donar la posibilidad de maternar a alguien que, por distintas circunstancias, no puede hacerlo, podés acercarte a cualquier institución médica certificada por el Ministerio de Salud (existe un listado de estas a nivel nacional), donde te darán toda la información que requiere esta práctica como la contención y las medicaciones.
¿Cómo convertirse en donante?
Primero que nada hay que tener la convicción, el deseo, las ganas de ayudar a alguien más a cumplir el sueño de convertirse en madre.
La ciencia ha avanzado mucho y se cuenta con la posibilidad de ser asistida médicamente en el caso de no poder acceder a un embarazo de manera natural. También se puede extraer los propios óvulos y congelarlos para otro momento de la vida.
Generada esta convicción, lo primero que debés hacer es acceder a una clínica especializada en fertilización asistida para obtener la primera entrevista con el cuerpo médico que te acompañará durante todo el trayecto. En este primer encuentro se le realizará a la donante estudios de rutina para verificar que se encuentra en condiciones psicofísicas óptimas para donar óvulos.
También hay que saber que se dispondrá de un documento para firmar el consentimiento informado, según la ley, que podrá revocarse antes de que el óvulo sea implantado en la beneficiaria.
¿Qué estudios se deben realizar para ser donante?
Los análisis son hepatograma y hemograma completos, estudios genéticos, infectológicos y hormonales, ecografía transvaginal, electrocardiograma, ecografía mamaria y algún otro que el médico requiera necesario, además de una entrevista con un/a psicólogo/a para determinar que se encuentra en condiciones de donar.
De darse bien todos estos estudios y descartada la posibilidad de alguna anomalía que pudiera transmitirse al embrión, se esperará al momento de recibir la menstruación en el cual se iniciará el tratamiento.
Estimulación ovárica
Este es el primer paso del tratamiento y consiste en suministrarse a sí misma una inyección diaria de hormonas gonadotropinas sintéticas, para estimular el desarrollo y crecimiento de los ovocitos dentro del ovario apenas comenzado el ciclo menstrual (en el primer día de menstruación).
Es una intervención sencilla, prácticamente indolora y por eso se recomienda que lo haga la donante en la comodidad de su hogar.
Durante los días de este período de tratamiento habrá que hacer visitas al médico unas 3 veces para verificar el crecimiento sano de los ovocitos que, una vez alcancen el tamaño requerido de 18mm, pasarán a la etapa de madurez y aspiración para ser congelados. Este proceso de crecimiento dura aproximadamente 10 días.
Extracción de los óvulos
Al cabo de diez días se espera que los ovocitos ya sean los suficientes (unos 15 o 20) y que tengan un tamaño de, aproximadamente, 18mm. De ser así se ha llegado al momento de la extracción de los óvulos.
Una vez en este punto el proceso ya casi está completo. Lo siguiente será internarse durante algunas horas para que, en estado de sedación para no percibir ninguna molestia, se aspiren los óvulos y se congelen quedando la donante en alta pasada la anestesia.
Las complicaciones posibles son muy pocas y fáciles de tratar. Dicho todo esto, con la información adecuada podemos desmitificar la creencia de que donar óvulos es peligroso.