Un insólito momento radial tuvo lugar este viernes, cuando en una entrevista el secretario de Energía de la Nación, Eduardo Rodríguez Chirillo, se puso a explicar una diferenciación tarifaria y al finalizar la respuesta se enteró que la misma en realidad no existe… o al menos, por ahora.

Es que, al ser consultado por Eduardo Feinmann sobre si el Gobierno nacional efectivamente sugería a la gente lavar la ropa en horario nocturno para ahorrar consumo de energía y dinero, como había publicado el diario Clarín, el secretario, titubeando en su respuesta, aseguró que sí y comenzó a explicar los motivos.

Sin embargo, luego de intentar explicar que esto es cierto porque existen tres franjas horarias con distinto precio del kW/h, cuando finalizaba la respuesta su propio equipo le avisó que en Argentina esto no es así y que la tarifa, en realidad, es plana.

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No obstante, más allá del error, esta diferenciación por hora, que es algo que se aplica en algunos países europeos como España, es en realidad algo que efectivamente el Gobierno nacional está analizando aplicar en Argentina.

El origen de todo el asunto es un comunicado publicado por el Ente Nacional Regulador de la Energía (ENRE), publicado el lunes, titulado "Tarifas por franjas horarias, reguladoras de demanda".

En el mismo, se habla de la resolución del ente Nº100/2024, que dispone la constitución de un Comité de Estudio de Redes Inteligentes para analizar la introducción de medidores acordes en las áreas de concesión de EDENOR y EDESUR, y que a su vez ya aprobó los lineamientos para la implementación de proyectos piloto de viabilidad y factibilidad.

Con el objetivo de reducir la intensidad de los picos de consumo posibles, algunos países diferencian según franja horaria, siendo más alto en las horas de mayor consumo (llamada “pico”, los días laborales de 09:00 a 14.00 y de 18:00 a 22.00), más bajo en cierta franja de los días laborales (llamada “valle”, de 00:00 a 08:00 y todas las horas de sábados, domingos y feriados) e intermedio en otra (llamada “resto”, de 08:00 a 10.00, de 14.00 a 18.00 y de 22.00 a 24.00).

“Este esquema tarifario admite la contratación de potencias diferentes, sobre todo en los segmentos horarios 1 y 3. Por consiguiente, permite reducir la compra de energía cuando el precio es más elevado”, explicaron en el comunicado.

Seguidamente, aparece la frase que llevó a la confusión al secretario: “En cuanto al usuario, paga más o menos importe del servicio eléctrico según consuma en momentos de mayor o menor exigencia general del sistema. Además, se lo incentiva a usar los aparatos con alto consumo de kVh –el lavarropas por ejemplo– en la banda horaria con menor demanda y por lo tanto más económica, la madrugada por ejemplo”.

De igual manera, aclararon que “este esquema tarifario sólo aplica a redes eléctricas inteligentes que operan con medidores ídem”, que “recolectan datos del consumo de los usuarios en forma remota y en tiempo real, y reconocen los ciclos de alta/baja demanda energética” y “a partir de una y otra función, discriminan el consumo según franja horaria para su posterior facturación”.

“Estas acciones constituyen un primer paso hacia la adopción de ‘estructuras tarifarias innovadoras que permitan adaptar el suministro eléctrico a las necesidades del usuario, con precios convenientes’. La mencionada Resolución cita el ejemplo de la tarifación por tiempo de uso (TDU), donde la distribuidora factura el servicio según la franja horaria del consumo registrado: el importe será más caro durante las horas ‘pico’ y más económico durante las horas ‘valle’”, concluyeron.