El complejo agroexportador de Argentina comenzó a vivir la semana pasada una serie de conflictos sindicales de una magnitud que hace tiempo no se registraba en el sector. Los principales gremios del sector confluyeron, en los hechos, en medidas de fuerza que paralizaron el comercio de granos por varios días. Esta tarde arranca una nueva jornada de paros de Soea, Urgara y la Federación Nacional Aceitera. Por otro lado esta tarde se lleva adelante la reunión que el gabinete económico del Gobierno nacional mantendrá con el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA) para seguir discutiendo el proyecto de ley de incentivos para el sector elaborado por las principales cámaras empresariales de la agro exportación.

El gremio de los recibidores de granos, Urgara, y la Federación Nacional Aceitera, que desde hace algunos meses definieron la acción conjunta en el ámbito sindical, comenzaron con paros en las terminales al sur de Rosario.  Luego SOEA, que agrupa a los aceiteros del departamento San Lorenzo, paralizó desde el miércoles al viernes todas las plantas del cordón industrial norte del Gran Rosario, donde se encuentra el grueso de las empresas responsables del 90% de las agroexportación en Argentina.

El fin de semana transcurrió en medio de una tensa calma, con las medidas de fuerza en “pausa”, pero el conflicto se trasladó al intercambio de comunicados públicos de los gremios y las patronales con acusaciones cruzadas.

Desde la Cámara de Industrias Aceiteras de la República Argentina (CIARA) expresaron que “esas medidas imprevistas exceden el legítimo ejercicio del derecho a huelga” y son un “riesgo de seguridad para todos los trabajadores, además de riesgos ambientales y daños a las instalaciones que representan la propia fuente de trabajo de la comunidad aceitera”. Aseguran además que los aceiteros sanlorencinos “ha presentado un pedido de Bono para este año 2020 que alcanzaría un 175% de aumento con respecto al otorgado el año 2019”

En las redes sociales circuló un video del abogado Manuel Rocca, responsable jurídico, tributario y laboral de Ciara en el que explica los supuestos “indicadores negativos” que vive el sector, al explayarse acerca del ofrecimiento hecho a los trabajadores y “llamando al SOEA a la mesa de negociación”. Esa gota parece haber rebalsado el vaso.

También mediante un comunicado el gremio contestó a estas presiones al asegurar que “la actividad en la que trabajamos es una de las más prósperas de la Nación Argentina, aunque esto parece ser negado ahora por representantes de supuestas agrupaciones empresariales, alegando un “año particular”. Nos vemos en la necesidad de contestar las públicas provocaciones del abogado de una de dichas entidades empresariales cuya representación ante nuestra entidad ponemos desde ya en duda”, en clara referencia a CIARA que intenta instalarse como el negociador valido de todo el sector, mientras que el gremio siempre negoció con los representantes de cada empresa.

Daniel Succi, secretario gremial del SOEA desmintió también que no quieran sentarse a negociar. “Hemos agotado todas las instancias de dialogo. Quince reuniones tuvimos, cinco de las cuales fueron en Buenos Aires en medio de la pandemia y nos volvimos sin respuesta., porque la propuesta de las empresas fue inferior a las anteriores”.

El conflicto de Buyatti en el Ministerio de Trabajo, uno de los frentes abiertos en el complejo agroindustrial. (foto SOEA)

“Gustavo Idígoras se equivocó de libro, sobre el 176% que queremos ganar, ese era el libro de sus ganancias no de lo que queremos nosotros. Debe pensar que queremos ganar igual que ellos pero no vamos a llegar a ganar nunca igual que ellos”, afirma Succi sobre la versión que repite el presidente de Ciara acerca del pedido de los trabajadores.

Desde el gremio afirman que lo que falta es un 10% o 12% para finalizar la paritaria de este año, y sumarlo al 25% conseguido a comienzo de 2020, y que ese porcentaje se compute en el bono de fin de año.  

Los gremios en conflicto coinciden en que el problema no es centralmente económico sino que tiene que ver con otros intereses que persigue el lobby agroexportador.

“Además de que vienen por derechos adquiridos como el bono de fin de año y los turnos, el tema clave es que somos el jamón del sándwich. Estos vienen por el gobierno. Les bajaron las retenciones, con eso ganaron 20 millones de dólares cada empresa, y nosotros a todas las empresas este aumento que les pedimos les sale 2 millones y medio”, comparó el hombre que secunda a Pablo Reguera en el gremio del convulsionado departamento San Lorenzo.

La Federación Nacional Aceitera que dirige Daniel Yofra, junto con URGARA, se expresó en el mismo sentido. “Es cada vez más evidente que las cámaras patronales en ningún momento han tenido voluntad de negociar y muy por el contrario, han buscado empujar al conflicto a todas las organizaciones gremiales del sector para generar las condiciones sectoriales que, como cortina de humo, les permitan justificar la baja liquidación de divisas con las que aportan a la embestida devaluatoria contra el peso argentino y contra el gobierno nacional, de igual manera que buscan continuar presionando por nuevas medidas en beneficio de los intereses empresarios”, señaló el gremio en un comunicado.

Esto sucede en las mismas semanas en que se conocieron los datos de la liquidación de divisas por parte del sector que mostró un retroceso interanual del 13,5%, llegando solo a u$s1.734 millones en el mes y u$s18.583 millones en el acumulado anual, muy por debajo de los que esperaba conseguir el gobierno con la baja de retenciones.

Por su parte el gobierno, a través de una resolución del Ministerio de Agricultura, anunció que sancionará a los exportadores de granos y carnes que no liquiden las divisas en tiempo y forma al excluirlos del registro de exportadores, lo cual les impediría continuar operando.