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La Cámara Argentina de la Mediana Empresa publicó esta semana su medición sobre la evolución de las ventas del mes de marzo. Según sus registros, en marzo de 2016 el sector vendió un 5,8% menos de productos que en marzo de 2015. Por tercer mes consecutivo este indicador presenta valores negativos promediando, en el primer trimestre de 2016, una caída del 4,2%, respecto de los tres primeros meses del año pasado. Los rubros con mayor caída en las ventas son: electrodomésticos y artículos electrónicos (-10,2%), materiales para la construcción (-9,1%).

Las expectativas para los próximos meses son aún más sombrías. Todos los indicadores elaborados por las distintas cámaras empresariales señalan un rápido enfriamiento de la economía con fuertes consecuencias en el empleo en este primer trimestre. A esto se suma que no aparece una sola propuesta de política económica oficial orientada a revertir la caída del consumo.

Párrafo aparte merece el proceso inflacionario y las características específicas que está tomando en nuestro país a partir de febrero del corriente año. El gran aumento de los precios de los servicios públicos de energía eléctrica primero, luego gas y agua, y transporte se traduce directamente y en un ciento por ciento en una reducción de la capacidad de compra de la población.

Las clases medias pueden esquivar durante un tiempo el aumento de los precios de determinados productos. Es una práctica corriente en estos casos el reemplazo de primeras marcas por otras más económicas en todo el espectro de mercaderías. Pero los aumentos en energía eléctrica, transporte, gas y agua son absolutamente inevitables.

La consecuencia directa es entones una brusca reducción del dinero disponible para el resto de los consumos. Llámese vestimenta, recreación, electrodomésticos, reparaciones, etc. La consecuencia indirecta, una fuerte caída en la producción de estos productos. Como creciente bola de nieve, el problema se continúa alimentando, la caída de la capacidad de compra se traduce en una caída de las ventas, está en una caída de la producción. Con la producción, cae el empleo y un grupo de trabajadores pierde totalmente capacidad de compra, y otra vez, esta perversa lógica se repite.

Para sumarle un poco de amargura a esta realidad, el tercer rubro de peor desempeño en el mes fue el de las golosinas, cuya venta cayó un 8,4% respecto de marzo de 2015. Parece que viene salada la mano.