Marzo fue un mes de estadísticas contradictorias para la Argentina, pero sobre todo para la
provincia de Santa Fe. Mientras los indicadores económicos vinculados a la exportación no
paran de crecer y augurar nuevos records, los índices sociales muestran a nuestra región (por
donde sales esas exportaciones) como una de las más golpeadas del país.

Lo que sale

Las exportaciones de bienes producidos en la provincia de Santa Fe crecieron, en enero de este
año, más del 50% respecto de igual período de 2020, según un informe difundido
recientemente por el Instituto Provincial de Estadísticas y Censos (Ipec).

Alcanzaron un valor de U$ S 1.253,6 millones, lo que implicó un aumento del 51,2% respecto
del enero año anterior. Si bien la suba medida en volumen solo aumento un 7,8%, el sideral
crecimiento de los precios internacionales de los commodities hizo que el valor de las
exportaciones medidas en dólares subiera un 51,2% en relación a enero de 2020.

Además de los la morigeración de los efectos de parálisis comercial provocados en 2020 por la
pandemia, el aumento de las exportaciones tienen que ver con la liberación de productos que
habían estado guardados a la espera de mejores precios o de una devaluación
Como viene sucediendo desde hace décadas las mayores exportaciones tuvieron que ver con
productos primarios, entre ellos trigo y morcajo (una mezcla de trigo y centeno en partes
iguales), seguidos por el maíz en grano, miel natural, maní sin cáscara, arroz, porotos de soja,
cebada en grano, cebada cervecera y arvejas secas desvainadas.

La agroindustria por su parte aporto exportaciones de harina y “pellets” de la extracción del
aceite de soja, utilizado para la fabricación de alimentos balanceados.

Es por esta composición “primarizada” que en enero de 2021, el 77,5% de las exportaciones
con origen en la provincia de Santa Fe salió por la aduana de San Lorenzo, principal aduana de
la Provincia, por encontrarse en el corazón del complejo portuario agroexportador por donde
sale el 80% de toda la producción nacional.

En segundo lugar, se ubicó Rosario con el 17,5% de los registros; seguida por Santa Fe, 2,1%;
Rafaela, 1,9% y Villa Constitución, 0,9%.

La industria no arranca

La producción industrial registró en febrero una caída del 2,7% con relación a igual mes de
2020, aunque acumuló en el primer bimestre un alza del 0,7% en la misma medición, según el
informe difundido por Fundación FIEL.

En cuanto a las exportaciones de manufacturas de origen industrial (MOI) mostraron una
leve baja de 0,2 %, en febrero, mientras que la venta externa de combustibles y energía
(CyE) cayó un 28%. Lo único que creció en este arranque de año parece ser la exportación
agroindustrial.

Pero el problema no es solo de exportación sino de desarrollo y crecimiento industrial. El nivel
de utilización de la capacidad instalada en la Industria fue de 57,2% en enero pasado, 1,1
puntos porcentual por encima del 56,1% de igual mes de 2020, y acumuló así la tercera suba
consecutiva en interanual, aunque todavía se encuentra por debajo de 2018 (61,6%); y fue
levemente inferior al de diciembre pasado (58,4%).

Menos es más

Según estima el último informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) el aumento de
los precios internacionales en los commodities, compensa la disminución de la producción por
la sequía. Y esto va a implicar que las cadenas granarias aportarán US$ 40.244 millones al PBI y US$34.642 a las exportaciones durante este 2021.

De ser así representará un crecimiento del 30% en la estimación que había sobre el valor de la
producción agraria para este año, a pesar de la caída de las cantidades. Esto obedece al
aumento de los precios internacionales de hasta el 40%, impulsados principalmente por la
demanda China tras la recuperación parcial de las restricciones impuestas por la pandemia.

El crecimiento no derrama

Este miércoles se daba una paradoja con respecto a la economía argentina. Mientras en la
bolsa de Chicago, donde se referencian los precios de los commodities agrícolas, se aunciaba
un salto en precio de la soja de U$s25 y del maíz de U$s 10, el INDEC en Argentina daba a
conocer su informe semestral de los índices de pobreza según el cual que 6 de cada 10
menores de 14 años es pobre en el país donde se produce gran parte de ese maíz y esa soja.

Toda una foto del modelo económico.

En la comparación interanual brindada por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos
crecieron los indicadores tanto de pobreza como de indigencia.

Los hogares pobres lo hicieron en 5,7 % y las personas bajo la línea de pobreza, en 6,5 %
mientras que los hogares indigentes aumentaron en 2,1 % y las personas bajo la línea de
indigencia, en 2,5 %.

En la segmentación de los grupos de edad según condición de pobreza encontramos las cifras
mas duras. Se destaca que más de la mitad (57,7%) de las personas de 0 a 14 años son pobres.

Sin trabajo no hay salida

Para entender los índices de la pobreza sin duda hay que observar las cifras sobre empleo del
último trimeste de 2020, dados a concer una semana antes por el Ministerio de Trabajo de la
Nación y el INDEC.

Según esas cifras durante 2020 hubo una caída del 4,5% en el total de gente ocupada. Son
786.000 ocupados menos, 193.000 asalariados registrados menos, 736.000 asalariados
informales o no registrados menos y 143.000 cuentapropistas más. Los asalariados registrados
incluso retrocedieron en casi 20.000 empleos con respecto al segundo trimestre 2020.

A su vez, el desempleo aumentó en 300.000 personas, totalizando dos millones de
desocupados urbanos en toda la Argentina.

Así, hay cinco millones de personas con problemas de empleo, a los que habría que sumar
más de 1,3 millón de personas que por la cuarentena no pudieron salir a buscar empleo.

De nuevo los más golpeados son los jóvenes y adolescentes. En su Informe el INDEC destacó
que mientras el desempleo fue del 11%, entre las mujeres de 14 a 29 años ascendió al 26,0%,
3,4 veces la tasa de las adultas y entre los varones jóvenes (14 a 29 años) la tasa alcanzó el
19%, representando 2,9 veces la tasa de mayores.

El dato alarmante para nuestra región es que el Gran Rosario escaló al segundo puesto
nacional de los aglomerados con más desocupados con la cifra de 13,6%.Casi cinco puntos
superior a la del mismo mes del año pasado y 2,5 puntos más que en el tercer trimestre del
año pasado. La región solo es superada por los partidos del Gran Buenos Aires.

Los números de un “crecimiento” que cierra solo para unos pocos, donde el granero del
mundo parece no dar lugar al desarrollo industrial el generador histórico de puestos formales
de empleo.

En un país de producción récord de cereales y carnes, con 6 de cada 10 niños y niñas en estado
de pobreza, y con crecimiento sideral de la exportación realizada por una de las regiones con
más gente sin trabajo del país.