El consumo de electricidad en la provincia de Santa Fe sigue en descenso, según un informe económico que lo atribuye a otro efecto de la recesión imperante. La baja se mantiene tanto en el consumo residencial como en el industrial y comercial. Incluso, en empresas grandes que compran la energía directamente en el mercado mayorista. 

El Centro de Estudios Económicos Scalabrini Ortiz compiló los consumos energéticos de setiembre y los comparó con el mismo mes del año pasado. Así concluyó en que la demanda de grandes industrias y comercios en la provincia decreció 2,5% interanual; quedó en 354.215 megavatios/hora en el mes de setiembre, según datos de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico S.A. (Cammesa). También se achicó el consumo residencial en un 4,5% menos que en setiembre del año pasado: 337.226 Mw/h, según datos proporcionados por la Empresa Provincial de la Energía (EPE).

En cuanto al consumo industrial, la retracción fue en promedio general de -2,5%, pero el informe destaca la variación interanual negativa de algunas empresas líderes como Acindar Villa Constitución (-22,4%), Cargill Alvear (-45,6%), Owen Illinois (-45,4%), Renova (-48,3%) y Sipar (-35%)

"Esta caída del consumo en la industria indica que la actividad no muestra un rebote, y viene asociado a la demanda de plantas que compran energía mayorista de manera directa. Con todo, esta caída significativa viene dentro de una desaceleración respecto de meses anteriores. Recordemos que este año Acindar llegó a parar su producción", analizó la economista Celina Calore, del CESO.

La política de eliminación de subsidios que encaró desde el inicio la gestión Milei desató una evolución de tarifas que, al decir de los analistas, pudo incidir en la actitud de consumo, mas no tanto en las grandes empresas que la compran en el mercado mayorista, vía Cammesa. "Pero sí es posible que otros usuarios, comercios grandes, shoppings, supermercados, hayan encarado un cambio de consumo de manera de eficientizar el uso y procurar alguna forma de ahorro", observó Calore.

En el plano residencial, el nivel acumulado se mantiene respecto del nivel del año pasado, y esto se debe en buena parte a que los hogares en su mayor medida consumen energía de acuerdo con el factor climático. No obstante, setiembre exhibió una retracción del -4,3% interanual en la demanda. "A pesar de que el clima es determinante, esta baja sí puede explicarse por el impacto del aumento de tarifa eléctrica en los hogares", señaló la economista que participó del informe.

Mientras en Santa Fe la medición de consumo hogareño se muestra a la baja en ese mes, en lo que respecta a Buenos Aires es distinto. Según Fundalec, en agosto esa demanda creció 8 puntos interanual. Incluso en promedio, Santa Fe se contó ese mes entre las que incrementaron su demanda eléctrica (+3%).

La demanda de energía eléctrica es una de las variables que tallan a la hora de medir el ritmo de la actividad económica, como la venta de cemento para evaluar el rubro construcción, o las ventas de supermercado. En sintonía con esos indicadores, para Calore el nivel de demanda eléctrica “no termina de mostrar que haya un repunte”.

"El consumo y la industria siguen pinchados, y es lo que mueve el termómetro. La desaceleración del ritmo inflacionario apacigua tal vez esta caída de consumo en términos reales, pero es evidente que la actividad todavía no se recompone", evaluó Calore.

El Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) divulgado este jueves registró un leve crecimiento de la actividad a nivel país en agosto: 0,2 respecto de julio. Sin embargo, en perspectiva interanual esa variable sigue siendo negativa: -3,8%. Santa Fe, por lo tanto, refleja ese promedio nacional.