Un relevamiento realizado por la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA) advirtió que el consumo de carne vacuna alcanzó su nivel más bajo en los últimos 30 años. A nivel local, las carnicerías resisten frente a los altos costos operativos que implica sostener un comercio y advierten un cambio en los hábitos de consumo: el cerdo tomó la delantera.

“El poder adquisitivo no se recupera y la gente busca opciones. Entre el precio del cerdo y la carne hay una diferencia bastante importante, de entre 40 y 50 por ciento, ahora conviene. La gente suplanta la carne vacuna con cerdo hasta que el bolsillo alcance. Cuando el bolsillo no alcanza ninguna variante tiene asidero”, sostuvo en Si989 Juan Ramos, presidente de la Sociedad de Carniceros. 

Y sumó: “la gente ya viene eligiendo cortes más económicos, está aprendiendo a consumir otras variantes porque el bolsillo te lo impone. El carnicero siempre ofrece opciones de segunda línea, que no significa que sean malas ni mucho menos. Por ejemplo, la palomita, el entrecot y el brazuelo. Hoy el kilo de pulpa -nalga, cabeza de lomo, cuadril- tendría que estar en 9 mil pesos para que sea rentable y no lo está”. 

“El precio de la carne vacuna tiene pequeñas variaciones en el mercado pero no se traslada a la gente. Hoy la gente pregunta mucho en los negocios, antes no pasaba”, agregó Ramos. Con respecto al precio del cerdo detalló que el kilo de pulpa ronda los 4500 pesos mientras que cortes como el carré, el pechito y las costeletas están por debajo. “Por el momento nocerraron carnicerias, algunas tienen problemas de financimiento”, cerró.