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Dejando de lado el romanticismo de la confianza, las inversiones reales tienen un comportamiento un tanto mas materialista. Los empresarios miran elementos concretos como la tasa de interés, que es el precio del capital dinero; la evolución de las ventas, que es la parte visible de la zanahoria de las futuras ganancias; el nivel de utilización de la capacidad instalada, parámetro fundamental para determinar si las industrias precisan ampliar con nuevas inversiones su capacidad productiva.

Si la tasa de interés es muy alta, entonces el financiamiento es muy costoso y los proyectos de inversión se hacen inviables. Si la evolución de las ventas es negativa, la rentabilidad esperada de los proyectos de inversión también lo será, de modo que las inversiones no tendrán lugar. Si el nivel de utilización de la capacidad instalada es muy baja, entonces es mas barato utilizar más intensivamente el capital que ya se tiene que incorporar nuevo capital.

La liberalización del sistema financiero aumentó abruptamente el costo de financiamiento. A su vez, la opción sin riesgo para los bancos de las Lebac pone un piso muy alto y restringe el crédito para el consumo, la construcción de viviendas y las inversiones productivas. De modo que la tasa de interés es alta.

La evolución de las ventas, en estos primeros nueve meses de la Alianza Cambiemos (PRO + UCR + Coalición Cívica), ha sido negativa en términos reales:

Finalmente, la utilización de la capacidad instalada en la industria también ha mostrado una evolución en el mismo sentido:

Como podemos ver, el año 2016 (en gris), muestra una importante caída en el nivel de utilización de la capacidad instalada. Para julio de 2016 (último dato disponible), la caída interanual es del 10,4 por ciento. Si comparamos el valor de julio de 2016 con el de octubre de 2015 (último dato antes del apagón estadístico que produjo Cambiemos en el Indec), vemos una caída del 13,2 por ciento.

Crédito mas restringido y caro, ventas en caída libre y menor grado de utilización del capital productivo disponible. Un combo que nos alerta de que a las inversiones habrá que esperarlas sentados.