La industria del fin de año todavía no arranca
Con el fin de año los consumos se modifican. Los comercios encargados de regalos empresariales, las vinotecas y restaurantes tienen su temporada alta para hacer diferencias importantes en las ventas. Sin embargo con la recesión en el consumo los clientes son cautos y aún no se apuran a entrar en gastos.
Las reservas en distintos restaurantes de la ciudad para ir a cenar, ya sea en Noche Buena o para recibir el año, van lentas pero poco a poco llenando los lugares. Los encargados de una tradicional parrilla de la ciudad aseguraron que “ya hay muchas reservas hechas y estimamos que llenaremos como todos los años. Recién arranca diciembre y muchos todavía no decidieron qué hacer para las fiestas”.
Para los que piensan que comer afuera es una opción cómoda los precios de una tarjeta van de los 600 a los 800 pesos. Puede ser más, pero no mucho menos. Un menú con bebida incluida de un valor de 750 pesos incluye recepción, entrada, cuatro opciones de platos principales, postre, mesa dulce navideña y el brindis. Obviamente el valor disminuye para menores que pueden pagar desde 400 a 600 pesos.
Sergio Aicardi, de la vinoteca Buena Madera aseguró que en el rubro las ventas se activaron recién esta semana. “Esperamos que la próxima semana esté incluso más movido”, expresó al tiempo que indicó que lo que está primando en las ventas es a consumidor final y pocas empresas. “Si bien tenemos algunos regalos empresariales encargados no es la mayoría”, agregó.
Las opciones para hacerse de una caja navideña son varias. “Nosotros ofrecemos dos opciones accesibles, una de 200 y otra de 450 pesos. La primera tiene siete artículos: un vino, una sidra, un pan dulce, un budín, un turrón, una garrapiñada y un mantecol. La segunda tiene 9 artículos: un vino, un espumante, un pan dulce, un budín, dos garrapiñadas, un mantecol y dos turrones. Obviamente también se modifican marcas y calidad en cada una de ellas”, detalló.
Por su parte Hernán Mata, dueño de una reconocida vinoteca de la ciudad, aseguró que “en el área corporativa las ventas vienen irregulares. Hay muchas empresas que aún no se deciden si ponerse en gastos o no”. De todos modos aseguró que esta baja la vienen compensando con las ventas a consumidor final.
“El año pasado muchas empresas ya hicieron estas compras en noviembre para congelar precios ya que se suponía que ante la victoria de Macri los precios se iban a disparar. Este año muchas prefirieron no gastar”, agregó. Y aseguró que este año las ventas se retrajeron en noviembre y empezaron a repuntar en el recambio de mes principalmente a consumidor final.
Las opciones son varias y una caja navideña en esta casa puede ir desde los 300 a los veinte mil pesos, que son canastas exclusivas armadas a pedido. “Obviamente lo que más se está vendiendo son las líneas más económicas. Estamos ya por quebrar stock de la dos, que es una caja de unos 400 pesos, pero aún nos quedan de la uno que es la de 300 pesos”, aseguró el especialista.
En líneas generales el consumo viene cauto pero las expectativas de los comerciantes son buenas ya que en esta primera semana de diciembre empezaron a notar señales alentadoras. Espera que a medida que los días avancen el fervor festivo crezca y con él las ventas.