La soja y el maíz alcanzaron los precios más altos de los últimos 8 años
La oleaginosa subió 12 por ciento en abril, el cereal no se quedó atrás. Números de un mercado que se ha mostrado demandante, a pesar de la volatilidad que siempre imponen los fondos de especulación financiera.
Los precios internacionales de la soja y el maíz mantuvieron la tendencia alcista en el mercado de Chicago, a pesar de registrarse cierta volatilidad en su comportamiento por la injerencia de los fondos de inversión y se consolidaron a lo largo de abril en los valores más altos alcanzados desde mediados de 2013 a la fecha.
La oleaginosa subió 12% (US$ 62,1) en su cotización a lo largo de abril respecto a la rueda del mes previo, al cerrar hoy con una cotización de US$ 577,24 la tonelada.
En el caso del maíz, la suba fue sensiblemente mayor, con una mejora del 32% a lo largo del mes, desde un precio inicial de US$ 220,37 hasta un valor de US$ 291,33 la tonelada, un incremento del US$ 70,96 por tonelada.
Un caso aparte fue también la evolución del precio del aceite de soja, cuya cotización trepó 31,3%, al sumar US$ 360 a lo largo del último mes para cerrar en US$ 1.509 la tonelada.
Más allá del exponencial crecimiento que tuvo el precio del poroto de soja, esta cotización aún está lejos del récord máximo alcanzado por la oleaginosa, que se dio a finales de 2012 cuando se ubicó por encima de US$ 650 la tonelada en Chicago.
Los fundamentos que mantuvieron en abril la tendencia alcista, que comenzó a mediados del año pasado, fueron la fuerte demanda china de granos y el ajuste constante de los stocks a nivel global.
En estas últimas semanas a esto se sumaron los problemas climáticos en Estados Unidos para la siembra de soja y la falta de lluvias en Brasil que afectaron al maíz de segunda y en donde ya se descuenta un recorte en la estimación de producción, en un contexto donde la falta de oferta de ambos granos se empieza a sentir a nivel mundial.
En diálogo con Télam, el analista de mercados de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), Guido D'Angelo, dijo que "en el largo plazo, va a seguir influyendo la demanda china, que es lo que sostiene los precios y cuya proyección de demanda es importante, y su crecimiento fundamental para el mercado".
Según el analista, la rápida recuperación del país asiático de la crisis desatada por la pandemia de coronavirus que se desató en dicho país, motivo la fuerte demanda de granos para recomponer stocks y con las previsiones de que durante 2021 triplique su crecimiento, se espera que su demanda crezca.
No obstante, D'Angelo advirtió posibles "inconvenientes" en el mercado de soja como consecuencia de la crisis sanitaria que se está viviendo en India, que podría reducir la presión de la demanda.
"Hay un limitante a corto plazo, que es la crisis sanitaria en la India. Este país es un importantísimo comprador de aceite de soja y otros derivados y si su crisis económica por el Covid se agrava, se prevé que la demanda de estos subproductos puedan caer. Lógicamente, si se cae la demanda del aceite de soja, se cae la del poroto y sus precio", explicó.
Por su parte, el responsable del Departamento de Análisis de la corredora de granos Grassi, Ariel Tejera, comentó que abril comenzó "asimilando un reporte de intención de siembra en Estados Unidos que no había logrado sorprender en cuanto a expansión de área de soja y maíz. Esto se sumó en un escenario caracterizado por China muy dinámica por el lado de la demanda y Estados Unidos transitando en un ciclo muy ajustado".
"En este contexto, en las últimas semanas, tuvo lugar un recrudecimiento de las condiciones climáticas en Estados Unidos y en Brasil, lo que disparó dudas por el lado de la oferta. Por tal motivo, hacia adelante, no hay que descartar meses volátiles, con la evolución de los precios atada al devenir climático, principalmente, en el país norteamericano", concluyó Tejera.