El rubro Prendas de Vestir y Calzado registró durante noviembre uno de los aumentos más importantes en la composición del Índice de Precios al Consumidor (IPC) a nivel nacional y el más alto se dio en la región pampeana, que incluye a Santa Fe. Referentes del sector textil emitieron un comunicado explicando los motivos que provocaron las constantes actualizaciones de precios en sus productos.

El índice de inflación del 2,5% publicado el último jueves por el Indec fue uno de los más bajos del año. Pero resultó llamativo el dato de los incrementos mensuales que se dieron en el rubro indumentarias. El 4,1% estuvo apenas por detrás de restaurantes y hoteles, pero en la medición interanual llegó al 62,8%.

Entidades agrupadas en la fundación Pro tejer, lanzaron un comunicado explicando que los aumentos tuvieron que ver con una recomposición de las pérdidas sufridas durante los cuatro años de Cambiemos.

Respecto a los factores que motivaron los últimos incrementos, también señalaron el aumento de insumos importados, el impacto de los aumentos en insumos dolarizados, los costos de fletes internacionales y “los cuellos de botella estructurales”.

Por otra parte, desde la entidad textil criticaron la medición del Indec y consideraron que este relevamiento no toma en cuenta los precios que se manejan en plataformas digitales como MercadoLibre o a través de redes sociales como Instagram.

Argumentos

En el texto, los referentes de Pro tejer detallaron que a partir de abril 2021 (y con excepción del mes de julio), los precios de la indumentaria comenzaron a subir por encima del promedio de la economía.

En ese sentido, señalaron: “Tras 5 años de crisis y fragilidad financiera, y frente a un mejor contexto macroeconómico y mejores expectativas frente al futuro, las empresas comenzaron a repuntar y recompusieron el margen de rentabilidad anterior”.

Respecto a la actualización que sufrieron materias primas a nivel internacional, detallaron que el precio en dólares de la fibra de algodón se ha incrementado un 59% en su comparación interanual.

Por su parte, la fibra de poliéster lo ha hecho un 26%, el rayón viscosa un 24%, el spandex (materia prima del hilado de lycra) un 84% y el acrílico lo ha hecho un 70%. A estos hay que adicionarle el costo del flete que viene aumentando “notablemente” desde mediados de 2020, acelerando su valor durante 2021, y que impacta mayormente en las mercaderías con menor precio relativo.

Considerando que todos estos insumos están dolarizados, el aumento del tipo de cambio también tuvo un efecto significativo en los costos de producción. En rigor, el peso argentino se devaluó un 25% en términos interanuales en noviembre 2021.

Para los textiles, la merma en la demanda también tuvo que ver con los considerables aumentos. En ese sentido, explicaron: “Otro elemento importante por remarcar es el rezago que tiene la recuperación del consumo interno fruto de la pérdida de poder adquisitivo de la población. Frente a un mercado más chico, el costo unitario por producto aumentó debido a que los costos fijos deben prorratearse entre menos unidades”.

Uno de los factores que destacan como motor del repunte en los precios, tiene que ver con la necesidad de recomponer pérdidas ocasionadas durante los años de macrismo. Al respecto señalaron que en ese período las prendas de vestir se ubicaron por debajo del IPC. A partir de abril 2021 (y con excepción del mes de julio), los precios de la indumentaria comenzaron a subir por encima del promedio de la economía.

Por último, hicieron una mención a la metodología que adopta el Indec para la medición de precios. En primer lugar dieron una explicación sobre la manera de medir el consumo, mientras que por otra parte analizaron cómo se miden los precios.

Para el primer caso, explicaron: “Uno de los aspectos más importantes es que el IPC utiliza la estructura de consumo que surge de la Encuesta Nacional de Gasto de los Hogares (ENGHo) del año 2004. Esto significa que se utiliza lo que las familias consumían casi 20 años atrás”.

Respecto a la medición de precios, finalizaron: “El IPC es un indicador que se nutre de la medición de bienes tanto nacionales como importados. Consecuentemente, no es correcto atribuirle a la producción nacional el incremento de los precios cuando se está también se están relevando bienes textiles importados”.