"El conflicto por Guerrero Motos es un mal precedente para los trabajadores"
Tras la detención y posterior liberación del Secretario Gremial de SMATA por las protestas contra los despidos en Guerrero Motos, la CGT de Rosario le puso el hombro al conflicto Este viernes, sus dirigentes realizaron una conferencia de prensa en la que manifestaron su preocupación.
“Acá no puede ser que un empresario haga lo que quiera. Hay leyes laborales, hay instituciones. Tenemos casi veinte obreros que no pueden entrar a una fábrica, un Ministerio de Trabajo que dicta la conciliación y no le hacen caso. Y un reclamo que se judicializa. Esto, como precedente es muy malo, para todos los trabajadores”, señaló Antonio Donello, Secretario General de UOM Rosario. Además de los metalúrgicos, dijeron presente varios referentes de Camioneros, Comercio, Aduana y Uocra.
A su lado, estaba el titular de la SMATA local, Marcelo Barros, que indicó: “Nosotros estuvimos hablando dos años y medio con la empresa. Cuando ellos vendían cien motos al mes, ahí estuvimos para ayudar. O cuando tuvieron que cobrar el ATP por la pandemia. Discutíamos, pero llegábamos siempre a algún acuerdo. Ahora ellos han puesto otro abogado y nueva gente en Recursos Humanos, que no quiere diálogo. Y así estamos”.
Barros denunció además que la justicia y la policía de San Lorenzo intentan amedrentar a los trabajadores desde el inicio del conflicto, a fines de noviembre pasado. “A Román Moyano en una de las protestas que hicimos, se acercó un policía y le dijo que el fiscal Aquiles Balbis quería hablar con él. Fuimos a la audiencia, en la que estaba también el dueño de la fábrica, que ni habló. Y ahí el fiscal dijo: ‘Si tapan la puerta de la planta, te hago meter preso’. El empresario venía de prenderle fuego el auto a un compañero, en una de las protestas, pero la persecución sale para el lado del trabajador. Por eso vamos a hacer un pedido a la Corte provincial, para ver cómo están actuando los fiscales”. La próxima semana, habrá una nueva reunión de la CGT Rosario por este tema.
Román Moyano, el dirigente de SMATA que fue detenido esta semana, dijo: “Ya había pasado que yendo a una protesta por Guerrero, nos interceptaron pidiendo documentación. Siempre hubo presencia policial en las protestas, como buscando amedrentarnos. A mí me habían llevado a una audiencia en la que el juez había determinado que yo no podía cortar la calle, creo que por ser el Secretario Gremial me apuntaron a mí. Y nosotros estamos acostumbrados a defender cuestiones laborales, no a esto. Pero acá el tema es que la empresa no puede sostener lo que dice. Acusan de ‘abandono de trabajo’ a 19 compañeros. ¿Cómo harían casi veinte trabajadores para ponerse de acuerdo todos juntos y de un día para el otro día dejar de ir la fábrica, teniendo un empleo con quince de años de antigüedad? Ellos se los quisieron sacar de encima, pero sin pagar indemnizaciones y buscaron llevar todo para el lado de la justicia, sacar el conflicto del ámbito del Ministerio de Trabajo”.
Rita Colli, a cargo de la Delegación Rosario del Ministerio de Trabajo de la provincia, le dijo a RosarioPlus: “Para nosotros, los empleados están protegidos por el derecho a huelga. Hemos constatado por nuestra área de inspección y vigilancia, que ellos estaban llevando adelante una medida de fuerza, que no fue reconocida por la empresa. Para la firma son despidos con causa, pero para nosotros esa causa no existe. Y les mandaron los telegramas un 22 de diciembre, con todo lo que eso implica en cuanto a la fecha. Primero judicializaron el conflicto, que tuvo una deriva violenta y alteró la paz social. Ahora además, con la detención de un dirigente de SMATA, ya pasó a una etapa peor, que es la de la criminalización, con la que no estamos de acuerdo. En todo momento, desde que esto se inició, hemos convocado al empleador y buscamos que se sostengan los puestos de trabajo. Recordemos que por la situación de pandemia, hay leyes que protegen el empleo. Buscamos seguir conciliando y retrotraer las acciones, pero la empresa no aceptó, desestimó las vías administrativas y llevó esto a la justicia. Si una de las partes no quiere llegar a un acuerdo, es imposible acordar”.