"Obama apuesta a que Macri encabece la nueva derecha regional"
El historiador del Conicet Leandro Morgenfeld explica de manera didáctica el trasfondo implícito de la visita del presidente de Estados Unidos a Cuba y a Argentina
El segundo mandato de Barack Obama en la presidencia de Estados Unidos trajo un cambio de estrategia en cuanto a la relación del país del norte con los estados del "patio trasero". La visita del mandatario a Cuba y la promesa de finalizar con el bloqueo económico contra la isla comunista demostraron que las políticas hacia Latinoamérica van a ser diferentes desde ahora.
El dato a destacar sobre la visita de Obama al país caribeño es la incorporación de la Argentina en la gira cubana. "La llegada del presidente de Estados Unidos tiene que ver con los cambios que está impulsando Mauricio Macri desde que asumió", afirmó Leandro Morgenfeld, investigador del Conicet.
"Obama apuesta a que Macri encabece la nueva derecha regional", aseguró el doctor en Historia, en una entrevista con Rosarioplus.com. Según el análisis del profesor de la UBA, el macrismo "busca un giro a la derecha y a políticas más alineadas con Estados Unidos".
"En lo económico, Obama quiere tratar de traccionar a otros países latinoamericanos para que se sumen al Tratado de Asociación Transpacífico (TPP, por su sigla en inglés), el mayor acuerdo de libre comercio de toda la historia", explicó Morgenfeld y agregó: "Apuestan a que Argentina sea el gran motor para unirse al neoliberalismo".
El TPP es un acuerdo de libre comercio que representa el 40 % de la economía mundial y quiere contrarrestar la primacía de la economía china en la región, aplicando nuevas normas comunes entre las 12 economías firmantes: Estados Unidos, Japón, Australia, Brunei, Canadá, Chile, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam.
"Los tratados de libre comercio le dan mayores facilidades a las trasnacionales, que son de los países centrales, de poder acceder en mejores condiciones a los mercados internos. Se restringe a que los Estados regulen la actividad de estas empresas o que desarrollen actividades empresarias", explicó el autor del libro Relaciones Peligrosas, Argentina y Estados Unidos.
"Afectaría a las pequeñas y medianas empresas porque desregularía los regímenes de importación. Se extranjerizará la economía", vaticinó Morgenfeld.
Relaciones carnales de ayer y hoy
"Estados Unidos tuvo históricamente en Latinoamérica su área de influencia", comentó Morgenfeld, quién explicó que al finalizar la Guerra Fría, en 1989, y con la incorporación de los países de América del Sur al Consenso de Whashington (listado de políticas económicas consideradas por los organismos financieros internacionales y centros económicos), Norteamérica se hizo fuerte en la región, y pudo llevar a cabo su política neoliberal.
"A fines de los 90 hay rebeliones populares y gobiernos con retórica pos neoliberal que se resistieron a la implementación del Área de Libre Comercio de las Américas (Alca)", señaló el investigador del Conicet.
El renacimiento regional que protagonizaron Néstor Kirchner, Hugo Chávez y Lula Da Silva, cuando en noviembre de 2005 le dijeron "No al Alca" y sellaron los cimientos de la Unasur y la Celac, generó "el punto más alto del deterioro de la hegemonía de Estados Unidos", observó el especialista.
En 2009, luego de su asunción, Barack Obama pretendió reposicionarse en Latinoamérica, pero sus acciones, como el apoyo al golpe de Estado en Honduras o la impugnación de la participación de Cuba en el sistema interamericano, no demostraron una intención de unidad en América.
En el segundo mandato del presidente yanqui, la estrategia norteamericana dio un giro y encaró la normalización de las relaciones diplomáticas con la isla caribeña. "Obama aprovecha la crisis internacional (caída del commodities y el precio del petróleo) y la muerte de Chávez, gran impulsor de los proyectos latinoamericanos, para volver a mirar el sur", resumió el profesor de la UBA.